vitoria. Una vez más, la violencia vuelve a sacudir el baloncesto griego. Han sido innumerables las ocasiones en las que se han producido agresiones entre aficionados rivales o lanzamiento de objetos a la pista, pero ayer las cosas llegaron demasiado lejos. En los instantes previos a la final de Copa que enfrentaba al Panathinaikos y al Olympiacos, los seguidores del conjunto del trébol llegaron a lanzar bengalas directamente dirigidas a la grada rival. Una de ellas golpeó a Kyle Hines, ala-pívot del cuadro de El Pireo, que cayó inmediatamente al suelo. Tras ser atendido por los médicos de su equipo, que comprobaron que había sufrido quemaduras en el cuero cabelludo y le administraron medicamentos, Hines volvió a la pista y realizó el calentamiento con sus compañeros. El partido se jugó con normalidad hasta el final del primer cuarto, cuando Michael Bramos recibió el impacto de otro objeto lanzado desde la grada. Fanáticos de ambos equipos saltaron a la pista y los árbitros decidieron suspender el encuentro, que tuvo lugar finalmente a puerta cerrada con triunfo para los verdes. Eso era lo de menos.
copa italiana El Montepaschi, que recibe este viernes al Caja Laboral en el marco de la séptima jornada del Top 16 de la Euroliga, conquistó ayer la quinta Copa consecutiva en su país al derrotar en la gran final (77-74) al Varese. El cuadro toscano arrancó con un parcial devastador de 18-0, pero se complicó la vida en el último cuarto. Bobby Brown, un compulsivo anotador que está asombrando durante este curso a propios y extraños, fue coronado como MVP del torneo tras conseguir 25 puntos y 4 asistencias en el choque decisivo.