EN primer lugar dar la enhorabuena al Baskonia por el éxito en la organización. Con la ampliación del pabellón ha podido conseguir el récord de asistencia, con más de 100.000 personas siguiendo en directo los partidos. En segundo lugar, felicitar al Barça porque ha sabido ser el mejor. Iba por la parte del cuadro más difícil. Venía de jugar muy irregular. Sin ser cabeza de serie y sin la vitola de máximo favorito. Pero decir que ha sido una sorpresa, como he podido oír en algún corrillo del pabellón, me parece excesivo. Tiene el mayor presupuesto de la Liga. Ha configurado un equipo muy diferente al de los últimos años, con jugadores interiores menos móviles y más capaces de jugar de espaldas a canasta. Eso ha hecho que la estructura de equipo haya cambiado mucho y le está costando buscar la fórmula para ser regular.

En cuanto al partido me gustaría mencionar la actuación de los colegiados. Estuvieron muy estrictos durante los tres primeros cuartos, pitando cualquier pequeño contacto, provocando innumerables interrupciones y con ambos equipos sin ritmo de juego. Los interiores apenas se pudieron mover ya que todo contacto se penalizaba rápidamente. Si no, que se lo digan a Lishchuk que no le dejaron disfrutar de la final con 5 faltas en poco más de 4 minutos. Sería momento de analizar y reflexionar sobre este tipo de actuaciones, que hacen que el basket pierda encanto e intensidad. En lo que respecta al Barça tuvo como táctica cargar el rebote ofensivo y tener mucha presencia debajo de los tableros. A raíz de ello pudo coger las primeras ventajas en el marcador. El Valencia se recompuso y supo reaccionar a la primera ventaja barcelonista. Primero con efectivos lanzamientos desde el perímetro y luego cerrando mucho mejor su tablero. En el segundo tiempo el equipo de Pascual impidió que el Valencia tirara de 3pts, haciendo ayudas, rotaciones, missmaches grande-pequeño, etc... Todo era válido si ello impedía un tiro exterior. Ese fue el principio del fin para el equipo taronja. Ello provocó que el Valencia tuviera que forzar situaciones hacia dentro y en eso ya no son tan buenos. Físicamente le hicieron frente mientras el encuentro estuvo igualado. La defensa valencianista provocó que el Barça no jugara cómodo y tuvo que recurrir muchas veces al pick and roll central después de que los sistemas ofensivos no tuvieran éxito. Es remarcable la actuación de Navarro que se quedó sin anotar, algo inusual en él. Pero ya estaba Huertas para repartir asistencias a todo aquel que se desmarcara. En definitiva, justo campeón, aunque los tres equipos que se enfrentaron a ellos no estuvieron lejos de ganarles. Así es la competición del K.O.