Condenado como culpable del concurso de acreedores e inhabilitado por la justicia

badiola no duró ni un año en la presidencia de la real, lograda con promesas que nunca cumplió

Vitoria. Iñaki Badiola (Donostia, 1964), empresario especializado en banca de inversión y vinculado a China por sus negocios, accedió a la presidencia de la Real Sociedad el 4 de enero de 2008 y dejó el cargo el 20 de diciembre del mismo año tras una convulsa junta de accionistas que casi requirió la intervención policial.

Con el equipo en Segunda División y el club inmerso en una fuerte crisis económica e institucional, Badiola vendió convenientemente su candidatura a la presidencia, anunciando por ejemplo que, de salir elegido, contaría con capital chino para ayudarle en la gestión, venderían camisetas blanquiazules como churros en el gigante asiático o montaría una tienda oficial en el aeropuerto de Shanghai, amén de invertir en jugadores competitivos para recobrar la categoría. Su mensaje ilusionó tanto a una afición deprimida que Badiola accedió al cargo con el respaldo del 70% del accionariado.

Además de no cumplir ninguna de sus promesas, Badiola fue declarado en 2010 por un juez culpable del concurso de acreedores al que tuvo que acogerse la Real Sociedad por "gastar en exceso, excediéndose de lo presupuestado y provocando un mayor endeudamiento"; lo que trajo consigo su inhabilitación para administrar bienes ajenos durante un periodo de dos años. En su sentencia, el juez Pedro José Malagón Ruiz decretó además la pérdida de sus derechos como acreedor, decisión que le impide cobrar los 1,1 millones que reclamaba al club tras la aplicación de un 50% de quita en el convenio de acreedores.