Vitoria. Fue delirante y emotivísimo su momento levantando la txapela del Manomanista. Yves Xala, un martillo de seda, había luchado de manera descarnada en las canchas, para llegar a la final, y fuera de ellas para que se la dejaran jugar. Y provocó una marea en Iparralde y Hegoalde, una corriente de opinión después de llorar en público, que le meció hasta el cartón 22 de un Bizkaia repleto de voces favorables y un Aimar Olaizola tocadísimo por el juego de un enorme delantero. Fue legendario y genial. Un partido para el recuerdo, para enmarcar. Pero desde entonces no ha encontrado su mejor versión el lekuindarra. Apático y deslucido, el zurdo apenas se ha acercado al Xala grandilocuente y mágico de sus mejores tiempos, anclándose en un momento sin chispa.
El verano no fue justo con Yves cuando se vestía de colorado. La situación del lapurtarra no fue buena, se le acumularon los partidos y los compromisos y su camino apenas se vio salpicado por actuaciones buenas, llegando a la final de San Fermín junto al abartzutzarra Iñigo Pascual, y por otras más grises. Después, el Cuatro y Medio tampoco fue de su agrado. Si bien inició de manera satisfactoria su senda, recuperando la condición de cabeza de serie perdida en 2006, no pudo refrendar su buenos primeros dos partidos frente a Ekaitz Saralegi y Titín III en semifinales. En la liguilla, Yves solamente ganó a Irujo en la última jornada, cuando ya estaba eliminado. El Parejas fue más de lo mismo, sin chispa el zurdo, Aritz Laskurain fue su sustento en un torneo enorme del zaguero de Soraluze. Llegaron a la final, en la que perdieron, alternando tardes agrias y dulces. La genialidad de un maestro como Xala quedó en un segundo plano, ya que buscó más el trabajo que la efectividad; mientras que el Manomanista de este curso se vio supeditado a sus problemas de lumbalgia, quedando apeado de la competición en la que vestía el colorado sin jugar. Una pena.
De nuevo la espalda volvió a darle problemas en el verano: empezó ganando San Fermín, pero una lumbalgia le eliminó en medio de agosto. Jugó en San Mateo, pero tampoco tuvo fortuna. Y en el Cuatro y Medio no terminó de dar con la tecla. No obstante, en el primer partido del Parejas, una vez se ha acodado en la distancia con Abel Barriola, uno de sus zagueros de confianza, sí que parece haber encontrado su mejor versión.
EL CASO DE GONZALEZ Sébastien Gonzalez, el otro lapurtarra del cuadro de primera, desde que se proclamara campeón del Cuatro y Medio de 2009, no ha vuelto a despuntar dentro del acotado. Asimismo, los problemas con Aspe el último curso al no ser incluido en el Parejas han influido en su falta de partidos desde que comenzó 2012. Llegó al Cuatro y Medio como uno de los cocos de la primera fase, pero Mikel Urrutikoetxea se lo llevó por delante en un partido en el que el de Azkaine no estuvo nada fino. Una vez que pasó toda la vorágine de su salida del Parejas, doce meses después regresa a la competición el zurdo de Azkaine con el todopoderoso Aitor Zubieta, un martillo, con el que no logró empezar con victoria ante Juan Martínez de Irujo y Zabaleta. Así, si bien Xala está mostrando sus mejores galas en su estreno con Barriola; para Sebas este torneo supone una reivindicación. Se enfrentan hoy, a partir de las 18.00 horas, en el Beotibar de Tolosa en un duelo que puede disipar los enigmas de dos grandísimos pelotaris.