pamplona. El Granada ganó a Osasuna y respira (1-2), en un encuentro en el que tuvo que remontar para sumar tres puntos de los que fue merecedor por juego y ocasiones. Tardó demasiado en reaccionar el conjunto local, que terminará el año segundo por la cola en la Liga BBVA. El mejor arranque de Osasuna encontró justa recompensa en el gol de Nino, con un remate en el segundo palo tras un acción de estrategia, un córner bien prolongado por Raoul Loe. Pero el Granada, lejos de venirse abajo, se lanzó al ataque en busca del empate. Un testarazo al poste de Ighalo y dos increíbles fallos de El-Arabi, prácticamente a puerta vacía, hacían pensar que el equipo de Anquela nunca conseguiría marcar, pero a cuatro para el descanso, el capitán Mainz aprovechó la descoordinación de la defensa de Osasuna para cabecear el 1-1.