Vitoria. Salva Bergara está contento. Director técnico de Asegarce, aplaude que dos de sus pupilos estén en la final del Cuatro y Medio de Primera. Analiza para este periódico el año de la empresa y la final de la jaula que mide mañana a Aimar Olaizola y Oinatz Bengoetxea en el Ogueta de Vitoria. En las gradas del frontón alavés vacío, con una fotografía muy distinta a la que vivirá mañana, el de Etxalar comenta todos los frentes de la operadora.

¿Cómo valoran en Asegarce este Cuatro y Medio?

El Cuatro y Medio ha sido muy positivo para nosotros. Nos ha salido prácticamente redondo. Meter a tres pelotaris de cuatro en semifinales y que sean los tres primeros, para nosotros supone un éxito. Quizás el único que no ha dado lo que tenía es Ekaitz Saralegi, que no ganó contra Retegi. Aparte de eso, Arretxe ha dado un gran nivel y Asier Olaizola también ha estado bien. En la recta final hemos estado sobresalientes.

En los últimos años, Aspe había dominado las semifinales.

Aspe siempre metía a tres, aunque igual, por uno que metíamos, Aimar Olaizola, a Asegarce nos valía para ganar. Ellos siempre han tenido más opciones en ese sentido. Han metido más gente. Respecto a eso, este año nos ha salido muy bien.

¿Necesitaban en Asegarce un campeonato así, una reivindicación de este tipo?

Sí. Hasta ahora yo estaba un poco aturdido, sobre todo por el caso de Oinatz Bengoetxea, porque siempre he dicho que su sitio natural para rendir más es el Cuatro y Medio. Quizás por el cuerpo que tiene y los movimientos que hace, para mí es donde mejor se puede desenvolver. Yo me decía: este tío tiene que explotar algún día, no es normal que no entre en la final. Este año ha salido bien. Después, la otra bomba ha sido Pablo Berasaluze. El juego que ha sacado ha sido brillante, espectacular, rayando a un nivel altísimo, sobre todo, para mover a todo Bizkaia, que se ha ilusionado un montón con el juego que ha hecho Pablo. Berasaluze ha sido un poco tardío de todas formas. Algo raro, porque con los movimientos que tiene, el Cuatro y Medio le tenía que venir mejor.

¡Y que siga!

Eso es, que siga. No cabe ninguna duda que el juego que realiza es una auténtica maravilla. Es uno de los pelotaris más bonitos para ver.

También destacó Iker Arretxe, ‘el matagigantes’.

Sin duda. Él ha hecho una labor de liebre, como se dice en el atletismo. Ha ido dejando en la cuneta a Titín, a Xala, al que dejó desnortado, y abrió el camino. El trabajo que ha hecho Iker Arretxe ha sido importantísimo.

¿Se ha ganado el sitio en el Parejas?

Ha hecho un gran Cuatro y Medio y habrá que verle en los pocos días que tengamos para verle.

¿Dependen demasiado de Aimar Olaizola en Asegarce, siendo este el buque insignia de la empresa?

El buque insignia, sin duda, es Aimar, porque está en todas las finales y es el número uno. Él está siempre en la pomada, gana en el Manomanista, en el Cuatro y Medio, está a un nivel enorme en el Parejas... Es nuestra bandera. Pero después, cuando falla Aimar, Pablo y Oinatz son los que tenían que coger el relevo y no han sabido cogerlo hasta ahora. Este año ha salido bien y por eso están en la final.

Tampoco ha cedido mucho terreno Olaizola...

No, no, no ha cedido nada. Pero es que el resto de Asegarce este año le han limpiado un poco el camino. Arretxe dejó fuera a Titín, Oinatz a Xala y Pablo, a Barriola.

Aunque no metieron ningún dúo en la final del Parejas, el Manomanista fue para Asegarce y el Cuatro y Medio, también.¿Cómo valora el año 2012?

Ha sido buenísimo. Date cuenta de que en verano también hemos hecho unos torneos muy buenos. Así, Pablo Berasaluze parecía que podía bajar el nivel, pero ha mantenido la línea. También tenemos a Aimar, que nunca baja el ritmo porque es el pelotari más regular que hay desde que volvió de la lesión de la rodilla. Oinatz siempre suele tener altibajos durante el año, pero ha rendido todo 2012. Nuestros tres pelotaris más importantes han estado a un nivel enorme. El caso de Berasaluze ha sido genial, con un año muy bueno, a destacar. Además, Aimar ganó el Manomanista y se quedó en las puertas de la final del Parejas después de ganar quince partidos seguidos.

¿Cuál es su valoración de la plantilla de pelotaris de Asegarce?

Ahora mismo estamos renovando un poco el cuadro. Estamos trabajando con gente joven, de ahí los fichajes que hemos hecho. Es el caso de Urrutikoetxea, que aún se está haciendo, porque venía delgadito y ya va cogiendo peso. Sobre todo, el cuadro tiene que ir moviéndose de abajo, porque es de donde tiene que venir el relevo generacional. En este caso, hay chavales jóvenes que tienen que llegar. Asimismo, hay chavales de 14, 15 o 16 años que vienen bien. Pero les queda dar el golpe para hacerse estrella. Nosotros estamos apostando mucho por los vizcainos y prueba de ello es que dentro de poco va a debutar Larunbe como zaguero y acaba de debutar Danel Elezkano.

Danel y Larunbe jugaron juntos en el Adiskide de Galdakao, se conocen mucho, ¿son una posible pareja para Segunda?

Están ahí. Cuando se diseñe el campeonato no sé cómo jugarán. Pero tienen posibilidades, sí.

Habla del cambio generacional, ¿cómo ve que desaparezca la clase media del frontón y se lleve a cabo una política en la que destaquen los jóvenes y las estrellas?

Haberlos, haylos. Asier Olaizola ha estado jugando arriba y en medio. Y Saralegi y Arretxe, igual. Ellos son la zona media. Para jugar un estelar están los tres: Aimar, Oinatz y Pablo, pero estos están lo mismo para jugar un estelar que abajo. También están Olaetxea, Rico, que está tocando muy bien la pelota, y Urrutikoetxea, que son los que tienen que entrar en ese puzzle para hacer el relevo para los de arriba. Cuando el que está arriba empieza a bajar, hay que ir pisando fuerte.

¿Les cuesta escoger el cuarto delantero entre todos los de la promotora?

Claro que sí, porque no hay una cosa clara. Tenemos a Arretxe, a Olaizola I, a Saralegi... Pero no es una cosa tan clara. Nos falta el cuarto y hay dudas.

Es difícil apostar.

La mezcla entre los jóvenes y las estrellas sería bonito, pero la gente lo que quiere ver es el solomillo. Aquí puedes hacer mezclas bonitas, pero después ahí hay una taquilla que es la que marca lo que quiere.

¿Cómo ve a los vizcainos de Asegarce?

Bien, bien... Están jugando bien. Pablo es el que ha abierto camino y este año ha dado un puntazo grande. Ojalá siga esta trayectoria y la afición vizcaina continúe por este camino. Falta un Hilario Azkarate, unos García Ariños. A ver si Berasaluze abre el camino y le siguen los jóvenes nuevos que hemos fichado.

Están Zabala, Apraiz, Elezkano, Urruti, del que ya ha hablado...

Tenemos una cuadrilla maja de vizcainos, la verdad. Danel Elezkano, por ejemplo, tiene muchas cualidades: tiene juventud, es inteligente... Llegar arriba del todo no está al alcance de cualquiera, pero moverte con los de la elite es muy enriquecedor.

Hay también pelotaris de cocción lenta y otros que explotan antes.

Los hay que explotan rápido, pero son pocos: yo solo he conocido a Rubén Beloki. Dicen que Ogueta también fue así, pero pocos más. Quizás Juan Martínez de Irujo, que con un año de profesional ganó el Manomanista. Pero son muy pocos los que salen. Hay que ir haciendo camino paso a paso.

Aspe se llevó a Jaunarena, Zabaleta, Ezkurdia...

Nosotros les tentamos. El mercado ya lo vemos, pero el pelotari elige por lo que sea. Ellos eligieron Aspe y ante eso no podemos hacer nada. Estuvimos reunidos con Zabaleta, pero él vio que le gustaba más la opción de Aspe.

¿Cómo ve la final?

Después del parón de la gripe de Oinatz, ha empezado flojito, pero una vez que ha calentado le ha ido soltando. Es curioso cómo en una semana el brazo se queda muerto. Una semana parado y se le ha quedado sin chispa. Una vez que ha empezado a entrenar, ha acabado moviendo fácil la pelota. ¿Y el partido? El favorito siempre es Aimar. Tiene que jugar muy completo Oinatz, porque el otro da seguridad, es un cheque al portador. Oinatz juega a la contra, coge mucho riesgo y ocurre que puede fallar, tiene que jugar muy perfecto. Si juega perfecto, le puede ganar. Bengoetxea introduce el juego delante, pero Aimar se dosifica y le saca de su zona siempre. Otros como Pablito entran al trapo, pero Olaizola le hace moverse mucho.

Aimar sabe adaptarse siempre.

Sí, además si tiene que jugar una hora u hora y media le da igual. Te va ganando por desgaste, como hizo contra Juan Martínez de Irujo. Si hay que dar 300 pelotazos, los da; si hay que dar 400, también.

Contra Martínez de Irujo sufrió.

¡Sufrimos todos! Era la clave, porque si ganaba Aimar Olaizola podía respirar. Así ya metíamos a los dos en la final.