tras la vital victoria en Turquía contra el Efes, y con el último partido de la fase de la Euroliga contra el Cedevita a la vuelta de la esquina, el duelo ante el Murcia podía ser trampa contra la relajación y casi cae el conjunto baskonista. El Murcia de Oscar Quintana y Marcelo Nicola se presentaba en el Buesa Arena con un equipo muy joven, con varios de sus jugadores sin experiencia en la ACB, con la ausencia de su pívot americano (muy al estilo de Hopkins), y realizando un baloncesto atrevido que le hace vivir en la zona templada de la clasificación. El mayor problema para estos equipos que no disputan competición europea es que sus jóvenes jugadores disputan pocos partidos al año, cuando para coger experiencia necesitas más encuentros y con mayor exigencia al principio de sus carreras. Esa juventud provoca dos situaciones muy significativas en este tipo de equipos; por una parte, si el equipo contrario rompe el partido sacando ventajas superiores a los 12-14 puntos se descentran y pierden la confianza, por lo que dejan, sin quererlo, de competir. Y la otra es que en los últimos minutos de los partidos cerrados no suelen tener la frescura mental para tomar las mejores decisiones. Y precisamente esto última es lo que les pasó contra el Caja Laboral. Pese a ir haciendo un buen encuentro, incluso siendo capaces de remontar 10 puntos de diferencia y ponerse por delante en el marcador, los últimos cinco minutos fueron horribles. Quitando una jugada bien ejecutada y que terminó en triple abierto del base, el resto de ataques no tuvieron fluidez ni una buena ejecución. Unas veces por malas decisiones de los murcianos y otras por una buena defensa baskonista. Berni Rodríguez, uno de sus jugadores más experimentados y al que recurren sus compañeros en estas situaciones, tampoco tuvo su día con dos pérdidas de balón que hicieron daño a la confianza del equipo. En cuanto al Baskonia, decir que hizo lo más importante en estos casos: ganar. Este tipo de partidos contra equipos cuyo objetivo principal es seguir en la ACB, nunca serán recordados a pesar de que ganes de treinta. Eso sí, si pierdes te seguirá el sambenito durante toda la temporada.Por eso, el único objetivo era ganar y sumar una nueva victoria. De todas las maneras, tengo mis dudas de si lo que vimos en el Buesa fuera debido a la relajación o al nivel real del equipo. A Oleson y a San Emeterio ni se les vio. Milko sigue en la misma línea descendente ¡Mira que es buen jugador pero…! Cabezas hizo el calentamiento. Causeur estuvo muy activo y efectivo. Nemanja sigue su progresión tras la lesión. Lampe hizo lo justito. Pleiss se sintió incómodo con pívots mucho menos altos y corpulentos que él. Nocioni intenso en actitud pero con muchas dificultades en defensa jugando de tres. Heurtel, con menos protagonismo. Y Rochestie con más minutos pero falto de muchas cosas. No queda otra que seguir trabajando duro para invertir la situación.