COn motivo de su inclusión en el Salón de la Fama del Fútbol Internacional, este pasado noviembre, El Matador Mario Kempes, argentino y profeta en Valencia, hablaba de la trascendencia de ser reconocido en vida y "no cuando uno ya está del otro lado", en pose horizontal y con las piernas tiesas, quería decir. Hablaba de la recompensa del disfrute antes de confiar en la existencia de un paradisiaco más allá. Ese reconocimiento es la permanente búsqueda de quienes viajan a rebufo del concepto de superación. Es este fenómeno el que está desplazando de la Liga de las Estrellas a baluartes del balompié estatal: la caza del prestigio, en vida, por supuesto.

Si bien, la multitudinaria emigración que vive la Liga BBVA está dando pie a apariciones en prensa cuya única justificación es la procedencia u origen del futbolista, y no el destacado rendimiento del mismo. Se da en muchísimos casos, jugadores que viven actualmente una burbuja mediática desproporcionada, quizás por tratarse de una moda que bien puede estar motivada por la crisis galopante que vive el Estado español, que invita a buscar billetes fuera; hay otros, sin embargo, que más allá de los euros han encontrado la plenitud, el edén para el cuero de sus botas. Verdaderos profetas allende las fronteras que les vieron nacer.

Fernando Torres, en otro capítulo de sus resurrecciones, negado en el inicio de su etapa en el Chelsea a bordo de una montaña rusa que le dejó el título de la Liga de Campeones para más tarde regresar a las catacumbas de su moral, la sequía del gol -sus números son 85 partidos y 25 goles en el equipo londinense; ahora suma 11 goles, los mismos que todo el pasado curso-, está ante el balcón de una nueva juventud, gracias, entre otras cosas, a Rafa Benítez, viejo amigo y sastre confeccionando otrora el Liverpool, y ahora patrón de los blues. Tras recibir la propuesta de ayuda del campeón olímpico en los 4x100, el británico Darren Campbell -"en dos semanas puedo recuperar a Torres", aseguró-, sin recurrir a la misma aunque seguro espoleado por su amor propio ante el debate que le cuestiona, The Kid ha vuelto a asociarse con el gol, pues no marcaba desde el pasado 6 de octubre. Una vibrante semana la de Torres: en la Champions sumó dos goles ante el Nordsjaelland y en la Premier, otros dos frente al Sunderland del cual el Athletic adoptó sus colores. Sus extremidades vuelven a aletear con euforia y, con la confianza de Benítez, está llamado a proclamarse timón de un Chelsea que navega con vías de agua; la eliminación de la Champios antes de poner pie en octavos, cosa que nunca había sucedido con un vigente campeón, ha agudizado el desnorte. Pero Torres trata de acudir al rescate, de ejercer de guía de expedición. De hecho, fue el principal artífice de la primera victoria liguera para Benítez. Le acompañó Mata, autor del definitivo 1-3.

Otro que tal baila es Mikel Arteta, pionero antes de la actual cascada de emigrantes. El donostiarra, santo y seña del Everton, lo es ahora del Arsenal. Este jugador del que no se explican en Inglaterra que no sea un habitual de la selección española, con la que no ha debutado, ha permanecido lejos de La Concha a lo largo de prácticamente toda su carrera deportiva -con la excepción de su discreto periplo en la Real Sociedad, medio curso de la 2004-05-. Él mismo llegó a reconocer que jugar fuera de España era un handicap para la atención en la atmósfera de la península ibérica, lo cual ha cambiado, y mucho. Ahora, jugar en campos de habla extranjera se puede vender incluso como una virtud, un exotismo que resulta atractivo.

El guipuzcoano no es noticia injustificada. Sus dos tantos de penalti ante el West Bromwich (2-0), revelación de la Premier, han acercado a los gunners a la meta europea. Arteta se mece entre la tropa de Wenger como un estandarte, un mariscal que establece los patrones del desarrollo del juego. Lo hace sobre el césped de la mano de Cazorla, otro que suspira por el reconocimiento, por estar encasillado en los altares que eran demasiada cota para un inestable Villarreal o un cuestionable Málaga.

A ese círculo de elegidos asciende Miguel Pérez Cuesta, ya mundialmente reconocido como Michu, la sensación, porque de Arteta o Torres, según sus bagajes, es de esperar un notable rendimiento, pero lo de Michu está siendo un exquisito trayecto en Inglaterra, donde lleva en el bolsillo a la afición del Swansea liderando una tabla de goleadores donde Van Persie hace sombra. Con 12 goles en 16 encuentros de la competición doméstica -en el Rayo se quedó en 15 la pasada campaña-, Michu es la sonrisa de un Laudrup que sueña con retrotaerse en el tiempo para plasmar el fútbol angelical del Dream Team de Cruyff. Para la causa de los cisnes trabajan otros emigrantes de la Liga BBVA como Chico, Pablo Hernández o De Guzmán. Michu es una espuma que ha pasado de valer 2 millones de euros, lo que pagó el equipo galés por sus servicios, a ser tasado por su club en 37. Una catapultazo en apenas cuatro meses. Es el nuevo rey Midas del fútbol. Esta jornada no ha podido ofrecer el triunfo ante el Norwich (3-4), pero sigue extendiendo su fama cual epidemia.

El United se dispara y Cazorla, en la mira

La jornada de la Premier dejó el trascendente triunfo por 2-3 del Manchester United sobre su vecino y rival más directo en la clasificación, el Manchester City. El desequilibrio final llegó por obra de Van Persie, que anotó en el tiempo de prolongación y distanció a los hombres de Ferguson a 6 puntos de los 'citizens' en la clasificación; Rooney anotó los otros dos goles. La nota discordante la puso Cazorla en el 2-0 del Arsenal ante el Norwich. El exmalaguista se tiró en la jugada del primero de los dos penaltis señalados a favor de su equipo, anotados ambos por Arteta, y está en el ojo del huracán. En el Calcio, la Juventus cobró ventaja en el liderato merced a su triunfo ante el Palermo (0-1) y el de el Inter de Milán sobre el Nápoles por 2-1. Los interistas son ahora segundos. En la Bundesliga, el líder Bayern de Munich, con Javi Martínez jugando todo el encuentro, amplió su distancia sobre el Leverkusen, que tropezó ante el Hannover 96 (3-2). Lo muniqueses derrotaron al Augsburgo 0-2. En Francia, Ibrahimovic, pichichi con 14 dianas, marcó para el PSG ante el colista Evian (4-0) para sostener su acecho al puntero Lyon, que venció 0-1 al St. Etienne.