Madrid. El entrenador del Real Madrid, José Mourinho, eludió "alimentar" las noticias sobre su futuro y la posibilidad de que se marche al final de esta temporada, y dejó claro que se dedica a trabajar y que no sabe nada de "desautorizaciones o aprobaciones" a sus acciones. El diario Marca publicó ayer que el presidente del club, Florentino Pérez, estaba descontento con las últimas acciones del de Setúbal y que estaba dispuesto a negociar una salida pacífica en el mes de junio pese a que su contrato expira en el año 2016.

"Haz esta rueda de prensa con el compañero tuyo de Marca que haya hecho esa portada, organiza una comida con él, hablas con él y que te lo comente. No te voy a decir nada, creo que el presidente tampoco, por lo tanto tienes que hablar con este compañero", aseveró Mourinho al primer periodista que le cuestionó sobre esta situación. Ante la insistencia, el portugués señaló que preguntasen al mandatario si estaba "contento". "No te tengo que decir de lo que hablamos. Mi relación es muy buena, no voy a estar alimentando esta situación", afirmó. "No quiero alimentar esto, no tiene historia", insistió el luso.

"No sé nada de desautorizaciones o aprobaciones, hago mi trabajo todo los días, como es normal. No tengo la sensación de aprobación o desaprobación", añadió al respecto Mourinho, que sacó una vez más su vena irónica. "Mi futuro es que mañana juego mi partido 101 en la Champions, la UEFA lo confirma", apuntó. En este sentido, se refirió a una información del diario L'Equipe sobre que, junto a Pep Guardiola y Arsene Wenger, sonaba como posible sustituto de Carlo Ancelotti en el PSG. "A París va a ir un asistente mío a ver el partido del martes (ante el Oporto) porque pensamos que es un potencial adversario. Son dos potenciales adversarios en octavos de final y es la única cosa que pienso sobre el PSG, que puede ser un adversario de Champions", zanjó al respecto.

En medio de este ambiente enrarecido, esta noche habrá fútbol. El Real Madrid, clasificado matemáticamente como segundo de grupo para octavos de final de Liga de Campeones, sólo se juega el prestigio y el ingreso económico de un triunfo, ante un Ajax que llega al Santiago Bernabéu con el objetivo de acabar tercero y tener plaza en la Liga Europa.

Los merengues llegan al último partido de la fase de grupos con los deberes hechos para bien y para mal. Sobreviven al grupo de la muerte pero lo hacen como segundos, por detrás de un dominador Borussia Dortmund al que no fueron capaces de derrotar. Al duelo ante el Ajax holandés le llega José Mourinho con la opción de pensar en rotaciones, conceder descansos y dar oportunidad a jugadores que tienen menos minutos o a canteranos. Iker Casillas dejará su puesto a Antonio Adán, y Sergio Ramos y Xabi Alonso no han sido convocados para evitar una cartulina amarilla que les habría hecho perderse el partido de ida de octavos de final. Aparecen en escena Rafael Varane y José Callejón junto a canteranos que se han ganado el protagonismo como Nacho y José Rodríguez.