gasteiz. ¿La fisiología puede moldear y crear al deportista perfecto?
No porque no es una ciencia exacta.
Falla.
No es tanto eso como que en el deporte siempre ganará el más artista. Si no fuera así, iríamos al laboratorio, haríamos las pruebas y daríamos las medallas sin necesidad de competir. El deporte no puede entenderse como algo mecánico.
Los deportistas no son robots.
Cada uno es un mundo. No es lo mismo trabajar con ratas que hacerlo con seres humanos. Las ratas no se quejan ni se niegan a hacer esto o lo otro. Los seres humanos, sí. Trabajamos con personas que tienen conciencia y reacciones.
¿Ahora está hablando de psicología?
El entrenador debe tener algo de eso. Psicología y tacto. Y ser artista. Suelo comparar al buen entrenador con el buen chef. Si vas a un mercado, tienes los mismos productos a tu disposición que Arzak, pero la comida no te va a salir igual. Lo mismo en la preparación. El buen entrenador también tiene que ser artista para saber mezclar bien los elementos que se le brindan y sacar algo maravilloso.
Estuvo en Euskaltel-Euskadi en 2005, pero en Bilbao es más conocido por su etapa en el Athletic.
Estuve dos temporadas y media -2006-2008- como responsable de investigación y desarrollo con la función de intentar optimizar los procesos de entrenamiento y de desarrollo de los jugadores de Lezama.
El fútbol es otro universo.
A mí me encantaría que Euskaltel-Euskadi llegase a tener una sede como la que tiene el Athletic en Lezama. Un centro de entrenamiento donde los ciclistas puedan venir todas las mañanas a trabajar con los preparadores y los directores. Eso sería ideal.
Los futbolistas tienen fama de cómodos.
Eso es mentira. Conozco jugadores que tienen mentalidad de atletas de alto rendimiento. Claro que me he encontrado funcionarios del fútbol, pero también del ciclismo, de la natación... Es una estupidez decir que los futbolistas son vagos.
¿Y decir que en el fútbol el físico no es importante?
Lo que sí que es verdad es que en el aspecto físico cuentan muchas más cualidades que en otros deportes como, por ejemplo, el ciclismo. Para ser un fenómeno de la bicicleta tienes que tener un gran consumo de oxígeno, un umbral de lactato muy elevado y una gran economía de pedaleo. En el mundo del fútbol quizá no hagan falta valores extremos, pero el conjunto de cualidades tiene que ser más amplio. Un futbolista necesita ser: rápido, potente, con buena aceleración, y buena deceleración, mucha agilidad, una resistencia importante, capacidad de repetir esprines, capacidad de salto...
Luego está el artista.
La técnica, claro. El futbolista tiene que ser capaz de darle al balón, tener inteligencia táctica, visión de juego, habilidad...
¿El ciclista es solo físico?
No, claro. Al ciclista hay que ponerlo en la carretera y tiene que saber correr. Es lo que te he dicho antes del laboratorio. Y tiene que ser metódico, profesional. Samuel, con el que coincidí en 2005 en Euskaltel y ahora he vuelto a encontrarme con él, es un ejemplo de eso. Es el más metódico, el que más atención presta a los detalles. Empezando por su cuerpo. Sabe que es su principal herramienta de trabajo y la cuida.
¿De eso va ahora el ciclismo? ¿De ser metódico?
Durante años, el ciclismo ha estado anclado en ciertas tradiciones. Pero esa cultura está cambiando. La gente que tiene mentalidad innovadora es la que más posibilidades va a tener ahora de sacar ventaja a los demás en el ciclismo, donde hay que empezar a pensar en ir un paso por delante. Es lo que vengo a implantar en Euskaltel-Euskadi.
¿La rueda a seguir es la de los ingleses?
No diría eso, sino que ellos tienen un modelo válido del que tenemos que aprender. Pero no son el único ejemplo. Hay que coger lo bueno de cada uno y desechar lo que no nos sirva para crear nuestro propio modelo. Tengo muy buena relación tanto con el preparador del Sky -Tim Kerrison- como con el del Orica-GreenEdge, con el que trabajé cuando estuve en Australia y surfeábamos juntos. Antes de lanzarme a este proyecto hablé con ellos, mantuvimos reuniones e intercambiamos ideas.
¿Kerrison es el nuevo gurú del ciclismo?
Nunca me ha gustado eso de los gurús. Él es una pieza más de un engranaje que ha funcionado bien pero que, no lo olvidemos, ha tardado en hacerlo. El Sky llegó al ciclismo pensando que iba a arrasar desde la primera carrera y ellos mismo reconocieron que el primer año fue un fracaso absoluto. Se centraron mucho más en la tecnología que en las necesidades reales de los ciclistas para rendir en la carretera. Hubo un momento en el que pararon y corrigieron el rumbo.
¿Hacia dónde?
Hacia lo básico, pero para hacerlo extraordinariamente bien en lugar de hacer lo extraordinario básicamente bien.
¿Qué es lo básico?
Entrenar más y mejor que los demás, alimentarse mejor, recuperar mejor... No tiene mucho misterio.
Pero Kerrison sí introdujo algo tan desconocido en el ciclismo como la periodización inversa, algo exportado de la natación.
Lo que hizo fue aportar una visión nueva. Ya te he dicho que el ciclismo ha estado anclado en tradiciones, maneras de trabajar que pueden haberse quedado obsoletas. Él vino con ciertas ideas externas que a veces podían parecer incluso ingenuas, pero que no eran más que una adaptación al nuevo ciclismo. Ya no se puede ir a las carreras a entrenar porque todas son importantes por los puntos. Ahora se tiene que llegar preparado para competir. Y para eso tienes que empezar a trabajar con ritmos de competición pronto en la temporada. De eso va el modelo de Kerrison; de buscar mantener un nivel de forma relativamente elevado que dure bastante tiempo y luego buscar unos picos de forma óptima, tres o cuatro, en determinados momentos.
Piensa aplicar ese sistema al equipo.
Habrá que verlo corredor a corredor. Lo que no podemos hacer es utilizar estos modelos, el clásico o el inverso, como plantillas inalterables.
Galdeano dice que será habitual ver a Antón entrenando en el velódromo.
Es posible. La idea es utilizar más el velódromo. Creo que puede aportar. Soy muy amigo de ir variando los estímulos de entrenamiento de los corredores, tanto en formato como en intensidad.
Pulsómetros, potenciómetro... ¿Dónde queda el ciclista? ¿No sirve ya el entrenamiento por sensaciones?
No soy un fanático de medirlo todo. Me parece más importante escuchar lo que me dicen las frecuencias cardiacas, que me cuentan cosas sobre el esfuerzo fisiológico que está realizando. Y, sobre todo, escucho a la persona, qué siente, cómo lo ve. Me gusta verle la cara al deportista