LOS malos ejemplos acostumbran a encontrar rápidamente fervientes seguidores y el mundo del fútbol no es ni mucho menos una excepción. De esta manera, la tendencia creada por el simpar Jose Mourinho de delegar las comparecencias públicas -o, al menos alguna de ellas (habitualmente las más incómodas a priori o las que menos le apetecen)- ha encontrado un imitador. Además, con pasado en el Deportivo Alavés. Así, el que fuera técnico albiazul Fabri González, entrenador actualmente del Racing de Santander, no compareció el pasado viernes ante los medios de comunicación para hablar del partido de hoy domingo a las doce del mediodía ante el Barcelona B y en su lugar lo hizo el segundo entrenador del combinado cántabro, Luis Miguel Jimmy Álvarez.

La espantada de Fabri no sorprendió demasiado después de que el técnico lucense culpara a los medios de comunicación de "alimentar la guerra civil" que se vive en el Racing de Santander, tras la abultada derrota encajada ante el Villarreal, que también se saldó con una multitudinaria concentración de aficionados a la puerta del estadio.

La afición que hasta ahora sólo pedía que desaparezcan los "chorizos" de El Sardinero, en referencia al consejo de administración, ya pide también la dimisión de Fabri, algo que no ha encajado bien el técnico, que piensa que gran parte de la culpa la tiene la prensa.

Jimmy Álvarez afirmó que el hecho de que fuera él quien ofreciera la habitual rueda de prensa de los viernes fue "decisión del club y del cuerpo técnico". "Para mí no es un marrón estar aquí", subrayó Álvarez al ser preguntado por cómo puede defender la apuesta de fútbol conservador que defiende Fabri, después de haberse declarado partidario del fútbol de toque que proponía Juan Carlos Unzue hasta su cese días antes del comienzo de la Liga.

"La labor de un segundo es estar a disposición de su jefe y yo defiendo al máximo nivel el trabajo del mío y por eso se me fichó", enfatizó el segundo de Fabri, quien insistió en que no quería responder a cuestiones que no fueran meramente deportivas.

Jimmy Álvarez apuntó que el estado anímico de la plantilla ha ido "creciendo" durante la semana. "Hemos olvidado lo pasado y sabemos donde están los errores que cometimos frente al Villarreal", afirmó.

Aunque reconoció que el equipo ha sido en las últimas jornada "menos competitivo" que antes, con dificultades para reaccionar cuando encaja un gol, el técnico considera que el Racing tiene un "bloque para competir y ganar a cualquiera".

"Tenemos ganas de recomponer la situación", apuntó Jimmy Álvarez, para quien la plantilla "se ha preparado muy fuerte" esta semana y está en disposición de viajar a Barcelona, "como siempre, con la mentalidad de hacer daño a un gran equipo".

Álvarez cree que el Barcelona B tiene "puntos débiles" que tratará de aprovechar el Racing, aunque también alertó de las cualidades de este rival en tareas ofensivas. "Es un filial y como tal es impredecible". El técnico se mostró convencido de que los jugadores del Racing han aprendido de los errores cometidos ante el Villarreal y, en cuanto a la posible ventaja que será para los cántabros jugar alejados de una afición que cada vez está más encrespada, declaró que sigue siendo "preferible jugar en casa, pero con el público entregado". En este sentido, reconoció que a la afición hay que "darle algo distinto a lo que vio frente al Villarreal".