Londres. Novak Djokovic ganó ayer su segunda Copa de Maestros ante el suizo Roger Federer, a quien derrotó en el O2 Arena de Londres por 7-6(6) y 7-5, en dos horas y 14 minutos. El serbio, que demostró una vez más su fortaleza mental al imponerse en dos sets en los que comenzó perdiendo, vuelve a coronarse con un título que ya ganó en 2008, y priva a Federer de ampliar su récord de seis Masters, más que ningún otro tenista en la historia.
El helvético, además, llegaba con inercia ganadora a su octava final del Masters (el argentino David Nalbandian ya le había ganado en 2005), dado que se impuso en sus dos últimas citas, en la semifinal de los Juegos Olímpicos este verano y en la final del Masters 1.000 de Cincinatti, tras plantarle un 6-0 al serbio en el primer set.
Así las cosas, Federer comenzó el partido con confianza y a los diez minutos de juego había subido un contundente 3-0 al marcador. Ante la adversidad, el serbio no perdió el tono y se mantuvo firme hasta igualar en choque en el séptimo juego y resolver por fin en el desempate.
Federer volvió con energías renovadas al segundo set y a punto estuvo de forzar el tercer parcial con 5-4 y 40-15 a su favor. Pero las dos bolas de set del helvético se quedaron en nada ante la concentración y la fuerza de Djokovic, que gritó como si ya hubiera ganado al conseguir el 5-5.
Federer todavía podría haber forzado el desempate de ese segundo set, pero en esta ocasión estaba ya derrotado, y el serbio pudo cerrar el duelo con una bola rápida y precisa que obligó al suizo a dar un golpe en el aire.