BETIS Adrián, Nelson (Ángel, m,85), Perquis, Paulao, Alex Martínez; Beñat, Salva Sevilla (Jonathan Pereira, m.50), Cañas; Juan Carlos (Nosa, m.81), Jorge Molina y Rubén Castro.

GRANADA Toño; Angulo, Diakathé, Borja Gómez, Nyom; Iriney; Mikel Rico, Brahimi (Juanma Ortiz, m.78); Torje (Orellana, m.67), El Arabi (Floro Flores, m.85) y Dani Benítez.

Goles 0-1:minuto 9, Torje. 1-1:minuto 62 Rubén Castro. 1-2: minuto 73, Mikel Rico.

Árbitro Carlos Delgado Ferreiro (c.vasco).

Estadio Benito Villamarín ante unos 35.700 espectadores.

SEVILLA. El Granada se impuso (1-2) al Real Betis en un partido en el que el técnico Juan Antonio Anquela toma oxígeno tras cuatro derrotas consecutivas, en Liga y Copa del Rey ante un rival horripilante en su juego y al que baja "los humos".

El tempranero gol del rumano Gabriel Torje (minuto 9), en un error en cadena de las líneas defensivas verdiblancas, desarmó el entramado del Real Betis que fue a remolque del ritmo que quiso el Granada, con lo que el juego de calidad brilló por su ausencia.

Mal, con un juego mediocre y sin ideas, el Betis se fue diluyendo con el paso de los minutos hasta llegar al descanso y sin que su ataque diera muestras de auténtico peligro.

El Granada, con un "estilete" en la banda izquierda, con el recuperado Dani Benítez, y con más ambición, que no buen juego, sembró de dudas el juego de los verdiblancos hasta el extremo de que el técnico Pepe Mel se desgañitó en la banda para poner orden a un equipo que se movió al filo del abismo.

Dani Benitez pudo dejar resuelto el partido en los albores del segundo tiempo, en un defectuoso despeje de la zaga bética, pero su remate salió ajustado al poste izquierdo de Adrian.

Fue Rubén Castro el que llevó la ilusión a los béticos, en el minuto 62, aunque un nuevo error de la zaga verdiblanca, el enésimo, posibilitó que Mikel Rico, con habilidad y calidad, recortara a un defensa y adelantara otra vez al Granada (1-2), ya en el 73.

Youssef El-Arabi, en el minuto 83, a punto estuvo de aprovechar otra "cantada" de la zaga verdiblanca, con lanzamiento desde el borde del área y cruzado, al que no llegaba Adrián, pero el balón salió fuera. Un quiero y no puedo fue lo que hizo el Betis en la segunda parte, y al final se produjo un resultado que se repite por segunda campaña consecutiva en el Villamarín.