MADRID. "La UCI desea comenzar hoy el viaje en ese camino hacia delante confirmando que no apelará al TAS y que reconocerá la sanción impuesta por la USADA. Lance Armstrong no tiene lugar en el ciclismo", aseveró con firmeza Pat McQuaid.
El irlandés atacó con fiereza al tejano. "Somos responsables globales del antidopaje y seguiremos haciéndolo. En cualquier deporte hay estrellas y el deporte las utiliza para promover al deporte. En este caso, la estrella resultó ser un mentiroso, lo que es algo muy triste y muy frustrante para el deporte", subrayó.
El mandatario recalcó que la política antidopaje era su "prioridad". "Sigue siéndolo. Admito que en el ciclismo había una cultura de dopaje y yo lo quería cambiar. Ceo que hemos avanzado mucho desde entonces, hay muchas pruebas de que esta cultura está cambiando. Me da confianza lo que dicen Wiggins o Millar, pero sigue habiendo cosas por hacer", indicó.
McQuaid, que dejó claro que no tiene "ninguna intención de dimitir", no ocultó que "evidentemente" la UCI "tiene responsabilidades". "Hay que ponerse en la fecha en la que sucedían estas cosas, entre 1999 y 2005. El ciclismo ha cambiado mucho desde entonces, lo que teníamos disponible para enfrentarnos para este tipo de situaciones era mucho más limitado que lo que tenemos ahora. Si lo hubiéramos tenido entonces no habría pasado", recalcó, dejando claro que siempre han estado "en la primera línea de la lucha antidopaje" y que su organismo "no tiene facultades de policía".
Así, resaltó que la UCI "siempre ha hecho más pruebas que ninguna otra federación", pero que se vieron impotentes con la aparición de la EPO, que "lo cambió todo". "Costó tiempo adaptarnos y tomar pruebas fuera de competición, era muy costoso. Ahora hemos avanzado y gastamos 7,5 millones de euros al año en la lucha antidopaje. Además, hay más cooperación con la policía y con otra agencias antidopaje", recordó.
"Lo que teníamos disponible para enfrentarnos para este tipo de situaciones era mucho más limitado. Si tengo que pedir perdón en nombre de la UCI, digo que siento mucho que no hayamos cogido a todos para expulsarlos del deporte", aseveró.
En este sentido, descartó que su predecesor, el belga Hein Verbruggen, tuviese que dar explicaciones. "No hay nada en el informe de la USADA que le implique en algo que hubiera hecho mal", zanjó al respecto, en un intento de defender la postura de la UCI, criticada por haber podido proteger a Armstrong en su época victoriosa y de haber colaborado en ocultar sus posibles positivos, a cambio de sumas de dinero como había proclamado Floyd Landis, uno de los testigos de la USADA, que en su informe, en cambio, no carga contra la federación
McQuaid subrayó que "el paisaje ha cambiado" no solo por el esfuerzo de la UCI, sino por un cambio de mentalidad en todo el pelotón. "Hay muchos corredores que ya no quieren estar en esta cultura de dopaje. Había ciclistas que no querían doparse y se les forzó, hoy la actitud es diferente. Tenemos patrocinadores que ayudan mucho, hemos perdido a uno importante como el Rabobank, pero encontraremos otro parecido. Las actitudes en los equipo han cambiado. Hay un futuro con corredores que quieren un deporte limpio y hay que hacerlo posible para ellos", pidió.
NIEGA TAJANTEMENTE LA OCULTACION DE NINGUN POSITIVO DE ARMSTRONG
Por otra parte, defendió que "nunca hubo ocultación" de ningún positivo de Armstrong, como aseguraban algunas informaciones en la prensa estadounidense que decían que la contrapartida para esta supuesta ayuda eran las donaciones del estadounidense.
"En 2004, Armstrong era una gran estrella y no había problemas. Si Cancellara viniera hoy en día y dijera que le gustaría contribuir contra el dopaje, la UCI aceptaría sin problemas. Tenemos fondos limitados, no somos la FIFA que gana muchos millones, gastamos todo lo que tenemos y si nos dan dinero lo aceptamos. Las donaciones se aceptan transparentemente y el dinero se utiliza bien", defendió.
McQuaid es optimista respecto a las posibilidades de salir de la "gran crisis" que atraviesa el ciclismo, pero avisó de que "nunca" estarán "libre de dopaje", teniendo en cuenta que "ningún aspecto de la sociedad está libre de tramposos".
En cualquier caso, cree que se "puede reducir este problema" mediante "programas de educación y estructuras de los equipos protejan a los ciclistas". "Hay situaciones que se van a repetir. Es un deporte muy duro y siempre habrá tentaciones en gente que intentará saltarse las normas, pero nosotros lo intentaremos impedir", arengó. EL VIERNES PUEDEN PRODUCIRSE NUEVOS CASTIGOS.
En este futuro inmediato de lucha contra el dopaje, avanzó que el comité ejecutivo de la UCI se reunirá el viernes para "plantear todas las ramificaciones", como por ejemplo "el dinero de los premios" ganado por Armstrong o por cualquier ciclista que ganó corriendo dopado.
"Mucha gente obtuvo dinero por estos engaños, hay muchos testimonios que lo confirman. Nadie ha pedido perdón a la UCI ni al deporte, nadie se ha ofrecido a devolver el dinero o entregarlo a un fondo que ayude a jóvenes deportistas. El único que mencionó algo fue George Hincapie y le he escrito al respecto. Lo siento muchísimo por la gente que compitió con ellos y eran corredores limpios", lamentó, tras explicar que también mantendrá reuniones con los equipos y con los organizadores de las grandes vueltas a principios de diciembre porque casos como el del US Postal "no deben volver a pasar".
Por último, McQuaid, que preside la UCI desde septiembre de 2005, realizó un amargo balance de su trayectoria. "Cuando empecé sabía que cambiar la cultura del dopaje iba a exigir mucho tiempo. Nada más empezar, Roberto Heras dio positivo tras ganar la Vuelta a España. Luego ha habido muchos casos, como el de Michael Rasmussen, los pasaportes biológico en 2009 y 201, luego Alberto Contador, ahora Armstrong. Han sido siete años muy duros como presidente, pero sigo siendo optimista porque el pelotón ha cambiado. Pero todavía hay trabajo", zanjo.