Duración 55:41 minutos; 9:43 de juego real.
Saques 4 de Titín III (tantos 2, 14, 16 y 19) y 1 de Arretxe II (tanto 4).
Faltas de saque 1 de Titín III.
Pelotazos 263.
Tantos en juego 9 de Titín III y 16 de Arretxe II.
Errores 4 de Titín III (incluida 1 pasa del cuatro y medio) y 6 de Arretxe II.
Marcador 2-0, 2-2, 2-4, 4-4, 4-5, 5-5, 5-7, 7-7, 7-8, 8-8, 10-8, 10-10, 12-10, 12-12, 12-17, 16-17, 16-19, 19-19 y 19-22.
Incidencias Partido correspondiente a los octavos de final del Cuatro y Medio de la LEP.M disputado en el frontón Javier Adarraga de Logroño. Floja entrada. Ejercieron de botilleros Joaquín Plaza (con Titín III) y Fernando Arretxe (con su hijo Iker).
vitoria. A mitades del próximo mes de diciembre se cumplirán 15 años de la derrota que endosó Titín III a Fernando Arretxe en la liguilla de semifinales del Cuatro y Medio. El riojano, que por aquel entonces tenía 28 años y apenas acumulaba cinco como pelotari profesional, dejó en 16 tantos a un rival que ya era una institución. Ocurrió todo en 1997. Sin embargo, una década y un lustro después, Iker, el hijo de Fernando, hizo lo que en su día no pudo su padre. Arretxe II completó ayer en el frontón Javier Adarraga de Logroño una de sus mejores actuaciones como profesional. Superó a Titín III y se llevó varios premios gracias a su fenomenal concurso: una plaza en la liguilla de cuartos de final (estrenará fase el próximo viernes en Hendaia contra Xala), el placer personal de batir a uno de sus ídolos y vengar la lejana derrota de su padre en presencia de éste, ya que Fernando Arretxe ejerció de consejero de su hijo.
Sobre el papel, Titín III partía como favorito ante Arretxe II. Pero la práctica resultó bien distinta a la teoría. El delantero navarro planteó un encuentro durísimo, un continuo enredo rematador del que el riojano salió malparado, sobre todo en el aspecto físico. Los dos protagonistas del envite no se guardaron nada. Lo dejaron todo sobre la cancha. Y el resultado fue una primera mitad de partido igualada a más no poder. Titín y Arretxe firmaron un total de ocho empates (a 2, 4, 5, 7, 8, 10, 12 y 19) y casi la totalidad de ellos se dieron antes de alcanzar el ecuador de la contienda.
A Titín le costó responder al frenético ritmo de partido que propuso Arretxe. La energía del luzaidarra es brutal, tanto en la victoria como en la derrota. Tanto en los buenos momentos como en los malos. Nunca baja el pistón y ayer tampoco lo hizo. Solo así se entiende que aguantara el tipo ante Titín. No solo eso. Tuteó a un pelotari por el que mostró admiración antes y después del duelo que les enfrentó en el Adarraga.
La igualdad se rompió tras el empate a 12. Iker Arretxe encadenó cinco tantos consecutivos para adquirir la ventaja más suculenta de que dispuso (12-17). Había dado en un abrir y cerrar de ojos un paso de gigante hacia la victoria. Pero Titín jugaba en su feudo, el Adarraga, y en su distancia, la jaula. Y la mejor versión del riojano apareció en el momento más crítico. Respondió a la tacada de su rival (0-5) con una muy similar (0-4), pero que no fue idéntica del todo por el coraje de Arretxe. Se acercó el delantero de Tricio del 12-17 al 16-17, pero el navarro sacó a relucir su potencia para a continuación responder a dos ataques de su rival y recuperar la iniciativa con un preciso gancho (16-18). La acción podría haber resultado definitiva para el devenir del choque, pero Titín todavía fue capaz de forzar una nueva igualada (19-19). Pero fue la última porque Arretxe se lanzó a por el triunfo y el riojano, tremendamente fatigado, claudicó.