El alpinista español Carlos Soria regresó ayer a Madrid, después de quedarse a sólo 600 metros de coronar el Dhaulagiri, "menos alegre" de lo que le hubiera gustado, pero convencido de que ha hecho "lo que tenía que hacer". Así lo ha manifestado Soria en el aeropuerto de Barajas, dónde ha llegado acompañado de su expedición en un vuelo procedente de Catar. El alpinista, de 73 años, que intentaba ascender por quinta vez a esa montaña de 8.167 metros, ha asegurado que no regresa defraudado.
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