Barcelona. Con la última baja de Daniel Alves en un clásico donde el Barcelona tuvo que improvisar una arriesgada defensa con el lateral Adriano Correia como central por primera vez en su carrera, el equipo azulgrana ha visto caer al completo, por lesiones o enfermedades, a toda la zaga titular de la era Guardiola. No había pasado ni media hora en el Camp Nou cuando Alves se llevó la mano al muslo izquierdo y torció el gesto. Su sustituto, posiblemente también en un futuro, fue el joven Martín Montoya, un lateral de 21 años recién ascendido del filial.
Con una lesión en el bíceps femoral que le tendrá de baja tres semanas, Alves es la última baja de la defensa titular del ciclo triunfal culé: Puyol, con una luxación de codo, tiene para dos meses; Piqué se recupera de un esguince; y el regreso de Abidal tras un trasplante de hígado es una incógnita.
Mientras Montoya saltaba apresuradamente al césped, a unos pocos metros un centrocampista reconvertido a central hace apenas dos años, Javier Mascherano, aprovechaba para dar unas rápidas correcciones a Adriano, lateral zurdo que actuó por primera vez como central.
Sería similar a que el Real Madrid decidiera alinear a una defensa sin Pepe ni Ramos, con Khedira y Coentrao como centrales, Marcelo cayendo lesionado y el canterano Nacho Iglesias entrando en su lugar.
"Nunca había jugado ahí en mi carrera. Lo había hecho en una defensa de tres, pero nunca en una de cuatro", admitió Adriano. "Al principio tuve dudas, pero lo habíamos entrenado y el míster me dijo que tenía total confianza".
El brasileño fue el jugador de la zaga que completó más pases (81), por delante de Alba (61), Mascherano (58) y Montoya (32). Fue también el que mayor precisión tuvo (92,6%) y el que más desplazamientos en largo intentó. Se impuso en seis de cada diez balones disputados por alto o raso, tantos como su compañero en el eje de la defensa. Solo cometió una falta de las ocho que hizo la retaguardia azulgrana. Sin embargo, su único lunar fue letal: se quedó anclado, rompió el fuera de juego y Cristiano aprovechó para empatar el partido.