Kaka ha vuelto a nacer tras el trofeo Santiago Bernabéu con una buena actuación ante el Millonarios colombiano, equipo al que endosó tres de los ocho goles que marcó el Real Madrid (8-0). El brasileño, de forma inesperada, retoma protagonismo y se une desde la lejanía a la lucha entre Luka Modric y Mesut Özil por hacerse con un huevo en el centro del campo. El jugador que deslumbró en el Milán ha ido disminuyendo sus apariciones hasta pasar inadvertido en el arranque de esta temporada.