BARCELONA. Messi siempre tiene la última palabra, y en un partido que se le había puesto muy feo al Barcelona, sacó lo mejor de sí para resucitar a su equipo cuando el marcador amenazaba con un 1-2 que el argentino supo revertir con dos tantos (3-2). Casi como le pasó el martes al Madrid con el City.

El Barça sufrió lo indecible en un partido que nunca tuvo controlado y que, en el segundo tiempo, tras un magistral contraataque del Spartak (1-2), temió por una derrota que parecía un hecho, hasta que la épica se volvió a adueñar del Camp Nou de la mano de su genio, el argentino Lionel Messi.

Unai Emery supo como aburrir a los barcelonistas y que el partido se les atragantase desde el primer minuto. Ya anunció el día anterior que su equipo iba a contar con pocas opciones y que el Spartak debía ser solidario en defensa para evitar que un vendaval azulgrana se lo llevase por delante.

Con una defensa de dos líneas de cuatro jugadores muy unidas y tapando todos los huecos posibles, el Spartak tuvo alejado a un Barça lento y con pocas ideas para dar respuesta efectiva a una nueva defensa numantina casi infranqueable.

La tarea iba a ser difícil para un Barça que sorprendentemente tardó más de un minuto en hacerse con el control del partido una vez arrancado éste. Aunque el balón se acomodó entre los barcelonistas, estos no lo disfrutaron.

A todo ello, en el minuto 11 Gerard Piqué pidió el cambio por una lesión, por una mala postura en una caída tras disparar un balón en el área rusa. En su lugar entró el camerunés Alex Song. El Barcelona disponía de una pareja de centrocampistas (Song y Mascherano) recalificados como centrales.

Ante la inoperancia en ataque y con un dominio sin trascendencia, Tello recibió un balón en la frontal en el minuto 13 y el cuerpo le pidió hacer lo que siempre le sale bien tras un recorte. Disparó con potencia al palo largo y de rosca envió el balón al fondo de las mallas (1-0).

Pudo marcar Messi el segundo, pero el Spartak empató antes del descanso merced a un gol de Dani Alves en propia meta. Es más, se adelantaron los rusos en la segunda mitad con una contra magistral y encendieron las alarmas en Barcelona. Pero Messi, que tuvo una actuación gris hasta casi el final, apareció para anotar dos goles y apagar el incendió. No ardió Barcelona, pero por poco.

BARCELONA Víctor Valdés; Alves (Alexis, min.63), Piqué (Song, min.12), Mascherano, Adriano; Xavi, Busquets, Fábregas; Pedro, Messi y Tello (Villa, min.74).

SPARTAK DE MOSCÚ Dykan; Kirill Kombarov (Makkev, min.46), Insaurralde, Suchy, Dmitri Kombarov; Kallstrom (Jurado, min.77), Rafael Carioca; McGeady, Romulo, Ari (Dzyuba, min.83); y Emenike.

Goles 1-0, min.13: Tello. 1-1, min.29: Dani Alves, en propia puerta. 1-2, min.59: Romulo. 2-2, min.72: Messi. 3-2, min.80: Messi.

Árbitro Milorad Mazic, de Serbia. Mostró amarillas a McGeady, Song, Kallstrom, Emenike, Romulo y Suchy.

Estadio Camp Nou. 73.580 aficionados.