NUEVA YORK. La victoria de Williams, de 30 años, le permitió ganar el cuarto título del Abierto de Estados Unidos en su carrera (1999, 2002, 2008 y 2012) y su decimoquinto Grand Slam.
La campeona olímpica comenzó arrolladora el primer set lo que la llevó a romperle el saque a Azarenka en el segundo y en el octavo juego, con lo que ganó la manga en 34 minutos.
A pesar de haber perdido el primer set, en el segundo Azarenka comenzó a tener mayor confianza con su juego y en con los golpes desde el fondo de la pista y, sobre todo, restó mejor al saque de Williams, que ya no fue tan demoledor como en la primera manga.
Así, logró romperle el servicio a Williams en el primer juego para comenzar a dominar el duelo y dejarla sin recursos cuando ambas entablaban el intercambio de golpes desde el fondo de la pista.
Azarenka mantuvo su saque y en el quinto volvió a romper el servicio de Williams para asegurar la segunda manga en 38 minutos y forzar la tercera, algo que nadie en el torneo había podido conseguir ante el poder físico de la menor de las hermanas Williams.
El tercer set permitió que ambas jugadoras jugaran su mejor tenis, especialmente Azarenka, que demostró tener una gran técnica y más variedad de golpes que la campeona olímpica.
Williams cedió el tercer juego, lo que colocó a Azarenka con ventaja en la manga por 2-1, pero el poder físico de la campeona olímpica le permitió recuperarlo en el cuarto después de haber tenido estado cuatro veces pelota de juego.
La rotura del saque hizo que Williams recuperase de nuevo su confianza en un momento crítico del partido, aunque en el séptimo no estuvo acertada con su saque y se colocó en una posición peligrosa que le pudo costar el título.
Williams surgió de nuevo en el momento decisivo del partido y supo aprovechar los nervios de Azarenka, que con un 5-4 a su favor y el saque no logró asegurar la victoria, lo que Serena a serena a empatar el set a 5 juegos.
Luego mantuvo el suyo y en la primera pelota que tuvo de partido y de título la aprovechó al forzar una devolución fuera de la pista de su rival.
"O Dios mío es algo increíble, ha sido maravilloso ganar este partido, estoy muy feliz", declaró Williams antes de recibir el trofeo de campeona y el cheque de 1.900.000 dólares de premio en metálico.
Azarenka, que disputó su primera final del Abierto de Estados Unidos, se quedó a la puerta de su segundo título de Grand Slam en el año después de haber ganado el Abierto de Australia.
"Es un momento muy duro de asimilar, pero la verdad que me siento orgullosa de lo que he conseguido en este torneo y especialmente de como jugué en este partido", declaró Azarenka, que se llevó un premio de 950.000 dólares.
Las estadísticas del partido, que duró dos horas y 18 minutos, mostraron la inconsistencia del juego de Williams que consiguió 44 golpes ganadores, pero también cometió 45 errores no forzados, por 13 y 28, respectivamente, de Azarenka, que rompió 4 de 8 oportunidades el servicio de la campeona olímpica por 5 de 14 de la tenista estadounidense.
Azarenka subió 17 veces a la red y ganó 12 puntos, mientras que Williams los hizo en 13 oportunidades y consiguió nueve tantos, siendo en la única faceta del juego, junto con la efectividad del servicio en lo que no superó a su rival.