vitoria. "Aspe ha decidido iniciar el preceptivo periodo de consultas con los trabajadores de la empresa para tratar, y en su momento adoptar la decisión que proceda, sobre la modificación de las condiciones de trabajo, concretamente del sistema de remuneración y la cuantía de los salarios actualmente vigentes en la empresa", relataban hace dos semanas desde Aspe. Haciendo hincapié en el "descenso progresivo de ingresos como consecuencia de la crisis económica que afecta y que ha incidido de una manera importante en una actividad lúdica como la nuestra", la operadora manista eibarresa afrontaba con sus trabajadores, de la manera más fría -con un comunicado-, el compromiso de consultarles las medidas para "intentar equilibrar la cuenta de resultados", considerando "imprescindible" adecuar los salarios a la "actual realidad económica", para "posibilitar la viabilidad futura".
Pues bien, en la operadora eibarresa barruntaban que la reunión con el colectivo de pelotaris y trabajadores sería después de los Sanantolines de Lekeitio, y el lunes fue tamaña cita, a la que todo el grueso de pelotaris de la promotora acudió a Eibar en masa para conocer los recortes previstos por los rectores -personificados siempre sobre Fernando Vidarte, máximo accionista de la entidad- a la hora de remunerar los salarios de los deportistas y empleados de Aspe. Solamente faltó a la cita Juan Martínez de Irujo, pelotari más destacado de la pléyade de manistas de la empresa, al estar convaleciente de su operación de apendicitis, de la que, por cierto, se recupera ya en casa. Así las cosas, la propuesta del ente manista fue la de una bajada de sueldos para todas las personas en nómina, que irá en consonancia con lo que cobren, estableciendo de manera predeterminada unos porcentajes de bajada en la medida del salario del manista. Es decir, para los que tengan mayores sueldos se les aplicará una bajada de un tanto por ciento alto, dado que, explica la empresa, "algunos de los contratos están hechos en años de bonanza económica"; y a los pelotaris con unos ingresos inferiores, por su parte, se les aplicará un descenso bajo y casi "testimonial", dicen desde Aspe. Lo mismo se hará con el resto de trabajadores de la operadora, que se verán sometidos a las mismas reducciones según la horquilla de ingresos en la que se encuentren.
En eso se reduce el plan de la empresa eibarresa. Asimismo, se dio a conocer en la misma reunión la realidad de las cuentas de la empresa. Y es que, tal y como publicó este periódico, los ingresos de la entidad se han visto reducidos casi en una cuarta parte (un 22%) en los últimos cinco años, cayendo en 1,1 millones de euros sus ganancias desde 2007.
Aunque en la nota informativa que abrió la herida en Aspe se hablaba de una modificación del "sistema de remuneración", este no será tocado y la propuesta se aplicará en el total del salario, sin entrar en otros términos.
la pelota, en el tejado manista Ahora, la pelota está sobre el tejado del grueso de los manistas, que se reunirán a lo largo de esta semana para debatir acerca de toda la propuesta que plantea Aspe y desde mediados de la semana que viene la empresa volverá a juntarse con los pelotaris. Esta vez se optará por citas individuales con cada uno para evaluar las decisiones.
"La idea es proponerlo a los trabajadores, que ellos rumien la idea estos días y a partir de ahí hablaremos con ellos. Por ahora, los pelotaris se han mostrado muy receptivos", desvelaron desde Aspe.
caída de la apuesta y el público Las bases de la caída del imperio manista, que afecta también a Asegarce, se debe básicamente a dos factores: la bajada de la apuesta en el frontón y la disminución de público a los festivales. Agrega Santi Agirre, uno de los artekaris de Aspe, que "en 2007 tuvimos el mejor año en materia de las apuestas. Llegamos a unas cotas sorprendentes. Sin embargo, a día de hoy, los apostantes evitan jugar y ya hemos bajado un 80%".
También los asistentes a los festivales han ido descendiendo a lo largo de este último lustro. Si no es en grandes finales, el público no está respondiendo y la inclusión de pelotaris como Juan Martínez de Irujo o Aimar Olaizola en festivales sin trascendencia de campeonato no asegura el lleno.
En Eibar se reunieron todos los manistas menos Juan Martínez de Irujo, convaleciente de una apendicitis