PANATHINAIKOS Karnezis; Vyntra, André Pinto, Velázquez, Spyropoulos; Katsouranis (Marinos, m.71), Vitolo; Christodoulopoulos, Zeca (Mavrias, m.46), Sissokó; Fornaroli (Toché, m.73).
MÁLAGA Caballero; Gámez, Demichelis, Weligton, Monreal; Toulalan, Camacho; Joaquín (Portillo, m.92), Isco, Eliseu (Duda, m.88); Fabrice (Juanmi, m.63).
Árbitro Tom Harald Hagen (Noruega). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Katsouranis (m.10), Vitolo (m.63) y Marinos (m.80), y a los visitantes Weligton (m.31) y Caballero (m.66).
Estadio OAKA Spyros Louis de Atenas ante unos 35.000 espectadores.
ATENAS. El Málaga empató hoy a cero en Atenas ante el Panathinaikos griego, con lo que hizo valer el 2-0 logrado en la ida para hacer historia y clasificarse por primera vez para la fase de grupos de la Liga de Campeones, en un partido en el que el equipo malagueño, muy serio y sólido, superó siempre a su impotente rival. El choque tuvo una gran intensidad desde el comienzo, con el Panathinaikos queriendo abrir vías en la zaga malacitana, más a base de impulsos que de jugadas elaboradas de ataque, con lo que los griegos, muy espesos, adolecieron de ideas para poner en peligro el marco del argentino Willy Caballero, muy seguro en todo el choque.
Mientras, el Málaga estuvo durante toda la primera mitad muy bien plantado en el campo y sin renunciar nunca al ataque merced a la rapidez de sus extremos Eliseu y Joaquín, que buscaban la movilidad de Isco y del jovencísimo Fabrice.
Con un planteamiento muy serio y valiente, los malaguistas salieron con rapidez al ataque y en la primera parte tuvieron más opciones de gol que su rival. Al filo del primer cuarto de hora, Fabrice malogró una buena ocasión tras un buen pase al área de Isco. Poco después, el argentino Demichelis también lo intentó de cabeza, pero sin consecuencias.
El Panathinaikos no se encontraba a gusto por la buena presión del equipo español, le costaba un mundo acercarse a la meta de Willy Caballero y, cuando lo hacía, no sabía cómo meterle mano a la zaga del Málaga, que no pasó apuros, marcó siempre el ritmo adecuado para sus intereses e incluso, con velocidad, fue el que creó más peligro.
Rebasados los primeros 15 minutos, los malaguistas reclamaron un posible penalti por una caída del portugués Eliseu en el área griega, lo mismo que pidieron en el último cuarto de hora del primer periodo en una acción de Joaquín, pero el árbitro no pitó nada. Los griegos tuvieron una buena ocasión en el minuto 19 en una falta de Lazaros Christodoulopoulos que no halló su objetivo.
En la segunda mitad, Ferreira sacó a Mavrias para intentar, sin éxito, dar más profundidad a un Panathinaikos carente de intensidad y siempre superado por el inteligente fútbol de control y ataque que planteó Pellegrini. Su equipo no se arrugó en el 'infierno' griego, que no lo fue tanto dada la superioridad mostrada por el Málaga. Los griegos, a la desesperada, llegaron más al área malaguista en este periodo, pero fueron los andaluces los que pudieron abrir el marcador en un par de subidas del francés Toulalan, que en una de ellas se sacó un zurdazo que salió alto por poco, a los 51 minutos.
En la recta final, el marfileño Ibrahim Sissokó gozó de la mejor ocasión de gol para el Panathinaikos, pero su remate dentro del área lo paró Caballero. Pero en ese momento ya estaba todo resuelto para el Málaga, que hizo historia en el Spyros Louis de Atenas.