Londres. Poco después de que el seleccionador mexicano, Luis Fernando Tena, hiciera pública la lista de los 18 convocados para el torneo de fútbol de los Juegos Olímpicos de Londres, la ausencia de Javier Chicharito Hernández fue uno de los temas de conversación más recurrentes del país norteamericano. Sir Alex Ferguson, su entrenador en el Manchester, no le permitió acudir y le sustituyó Oribe Peralta, jugador del modesto santos Laguna mexicano, ante la decepción popular.
Pero Peralta estaba destinado a encabezar uno de los momentos más gloriosos del fútbol azteca. Marcó en tres encuentros: en el último de la primera fase ante Suiza y que decidió el liderato del grupo B, en el de semifinales ante México, y en la final ante Brasil.
Así, el delantero tomó los galones dejados Giovani dos Santos, lesionado en semifinales, en los dos últimos encuentros del torneo y se echó el equipo a la espalda.
Sus dos tantos ante la canarinha en la final, propios de un goleador puro, le dieron la tan codiciada medalla de oro a la selección mexicana, que, antes de llegar a la capital británica, no partía entre los favoritos para los metales.
Los goles de Peralta han hecho de este goleador de 28 años el nuevo nueve de México.