Sin ningún claro favorito para conquistar la victoria en el relevo 4x400, todas las miradas del estadio olímpico de Stratford, que una vez más reunió a 80.000 fieles del atletismo en sus gradas, estaban puestas en la figura de Oscar Pistorius. Recalificado a última hora después de que una caída en la segunda posta de las semifinales le impidiera concluir la prueba el jueves, el cuarteto sudafricano se vio relegado a la calle uno para intentar igualar el bronce que conquistó el año pasado en los mundiales de Daegu. A diferencia de la cita surcoreana, en la que Pistorius realizó el relevo inicial, el atleta africano, el primer discapacitado de la historia en participar en unos Juegos Olímpicos, se reservó para la última posta. Recibió el testigo en una posición muy retrasada, en último lugar y varios metros por detrás de Estados Unidos y Bahamas, que pugnaban codo con codo por la primera posición.

Después de quedarse fuera de la final de los 400 metros, Oscar Pistorius intentó despedirse de la mejor manera de un público que le ha mostrado todo su cariño las cuatro veces que el sudafricano ha sido protagonista sobre el tartán. Sin embargo, Pistorius se despidió de su sueño olímpico incapaz de superar la última posición en la final del relevo largo. Lo intentó el sudafricano, pero la distancia con el cuarto participante de Venezuela fue tal, que no pudo hacer nada para reducir la ventaja.

Pese a quedar lejos de la lucha por las medallas, una sonrisa salió del rostro de Pistorius, contento por haber tenido la oportunidad de disfrutar de una competición olímpica. Fue una despedida dulce. Lejos de la crueldad que hubiese supuesto decir adiós a la cita londinense sin haber podido correr, a las puertas de coger el testigo, lo que le sucedió en las semifinales. Apeado de Pekín'08, Oscar Pistorius se encomienda a Rio de Janeiro'16 para encontrar su madurez deportiva. Promete dar guerra el sudafricano, que no tardará en regresar al tartán londinense, pues participara en los Juegos Paralímpicos.

Oro bahameño Varios metros por delante de Pistorius, en plena lucha por la primera plaza, Ramón Miller fue capaz de superar a Angelo Taylor para dar carpetazo a la hegemonía de Estados Unidos en el relevo 4x400. La mayor velocidad de Miller sobre Taylor, vallista que tuvo que participar en el liso ante las numerosas bajas del conjunto estadounidense, hizo posible el milagro del cuarteto bahameño, que conquistó su primer oro en los presentes Juegos Olímpicos.

Bahamas, integrado por Chris Brown, Demetrius Pinder, Michael Mathieu y Ramón Miller, venció con nuevo récord nacional (2:56.72), gracias a sprint del último relevista, que en la última recta superó a Taylor. Los norteamericanos, que completaron su cuarteto con Bryshon Nellum, Joshua Mance y Tony McQuay, cerró la carrera en un crono de 2:57.05. La medalla de plata fue a parar a manos de Trinidad y Tobago, que cerró el podio con 2:59.40 y evitó la remontada de Gran Bretaña (2:59.53).