Golden Slam. Es lo que consiguió ayer la tenista estadounidense, igualando a la alemana Steffi Graf, hasta la fecha la única mujer que había logrado tal hazaña. Maria Sharapova no tuvo ninguna opción y asistió impotente a una exhibición de tenis y fuerza de la menor de las Williams. El círculo que comenzó tras vencer los cuatro Grand Slam, se cierra ahora con la consecución de la medalla de oro, un premio más que merecido.

Serena Williams completó un partido espectacular en el que no dio ninguna opción a Maria Sharapova. En tan solo trece juegos la estadounidense se hizo con la presea dorada que tanto ansiaba en la final con menos juegos de la historia. La tenista rusa vio como le pasaba por encima un ciclón de talento y poderío físico descomunal. Sharapova perseguía acercarse al número 1 mundial colgándose la medalla de oro, pero el tenis de Serena la dejó sin opciones desde el inicio.

En el primer set, la pequeña de las Williams lo ganó absolutamente todo. Le hizo un rosco a la rusa, que no se esperaba un comienzo así y se vio avasallada por una jugadora que, al proclamarse campeona olímpica, completa el Golden Slam. Cinco Wimbledon, tres Abiertos de Estados Unidos, un Roland Garros y cinco Abiertos de Australia acompañarán a la medalla de oro en la vitrina de los trofeos de Serena.

Tres semanas después de ganar en el mismo escenario su quinto Wimbledon, la estadounidense se sintió como en casa. Sharapova no fue en ningún momento la tenista que es en la superficie verde, donde suele demostrar un nivel muy alto que ayer no hizo acto de presencia. La siberiana solo pudo ver como Serena iba haciendo tantos uno tras otro y esperar al fin de la primera manga para replantearse la estrategia a seguir. El 6-0 con el que se cerró el primer set en treinta minutos de juego demostró que la ambición y el interés por ganar de Serena se mantienen intactos. La segunda manga comenzó con la misma tónica. La norteamericana ganó los primeros tres juegos del set sin apenas despeinarse. Sharapova intentó reaccionar, apuntándose el cuarto juego y poniendo el 3-1 en el electrónico.

La siberiana batalló cada pelota, pero el nivel que demostró estaba a años luz del tenis de su oponente. Tanto tras tanto Serena cimentó su primer triunfo olímpico individual, ya que venció junto con su hermana Venus los dobles femeninos de Sidney 2000 y Pekín 2008, oro que pueden revalidar, ya que ambas volvieron a clasificarse para la final de dobles tras vencer a Kirilenko y Petrova por 7-5 y 6-4.

Tras el partido, la vencedora declaró que "no me siento nada invencible. No me siento nada. Me siento bien con mi juego y he practicado muy duro y ya era hora de este éxito". Serena halagó a su rival, de la que comentó que "no creo que fuera culpa de Sharapova. Yo jugué muy bien. Ella luchó muy duro". Posteriormente no quiso entrar en comparaciones cuando se le preguntó si existía alguna diferencia entre ganar el oro y ganar Wimbledon. "Es simplemente diferente. Uno juega por sí mismo. Es increíble ganar Wimbledon. Creo que es la mejor sensación del mundo. Ahora bien, no creo que ganar el oro sea mejor que ganar Wimbledon, pero ves lo feliz que estoy", destacó después de recibir la presea dorada.

Maria Sharapova alabó las cualidades de su rival estadounidense, de la que dijo que "ha estado muy bien, en una gran forma. Fue demasiado fuerte para mí". "Ella jugó un tenis increíble. Ha mantenido el gran nivel que demostró a partir de Wimbledon. Incluso ha mejorado y ha alcanzado el nivel de juego que demostró hoy aquí", añadió la rusa, que, tras no haber acudido a los Juegos de Pekín, se mostró "orgullosa" de haber logrado una medalla.

En el partido por el tercer y cuarto puesto, la rusa Victoria Azarenka, número 1 del mundo, conquistó la medalla de bronce al imponerse a la rusa Maria Kirilenko por un marcador de 6-3 y 6-4.