Las miradas de todo el olimpismo se centrarán el lunes en el España-Brasil de baloncesto. Algunos ya planean un biscotto como el que se hizo popular en la Eurocopa de fútbol. Resulta que el ganador de ese partido se colocará en el camino de Estados Unidos en semifinales y el perdedor esquivará a los grandes favoritos hasta la final. Muchos de los que el año pasado afearon la conducta de Francia por salir del camino de España y buscar un cruce más favorable en el Eurobasket piden o sugieren ahora que los de Sergio Scariolo se dejen ganar, olvidando que los brasileños pueden pensar lo mismo y que antes de llegar a los estadounidenses hay que superar el partido de cuartos de final. Y por si acaso, cabe recordar que el COI ya expulsó de los Juegos a cuatro parejas de badminton por algo parecido.

"No es momento de hablar de eso ahora. Este año hemos tenido problemas y debemos afrontar el que tenemos ahora con inteligencia y determinación", apuntó Scariolo tras la derrota de ayer. "Nosotros nos tenemos que preocupar más por mejorar nuestro juego y por el próximo rival antes que pensar en los partidos siguientes", añadió Sergio Rodríguez.

Por si quedaba alguna duda, Rubén Magnano lo dejó claro después de que su equipo destrozara a China: "Tenemos que ir a ganar. Si especulo, ¿cómo les digo a los jugadores que ganen el próximo partido. Hay que tener mentalidad de ganador. Quien especula con resultados no puede ser campeón olímpico". Y algo sabe de eso el seleccionador de Brasil ya que él lo fue con Argentina en los Juegos de Atenas 2004. Pensar que dos equipos de este nivel se presten a manchar su imagen delante de millones de aficionados es baloncesto-ficción.