ESPAÑA Navarro; Carmen Martín (4, 1p), Nely Carla Alberto (4), Aguilar (3), Mangué (7), Eli Pinedo (2), Begoña Fernández (3) -siete inicial-, Ciobanu (ps), Barnó (1), Beatriz Fernández, Cuadrado, Alonso, Amorós y Elorza.
DINAMARCA Mortensen; Burgaard, Jorgensen (2), Melgaard, Skov (4, 2p), Larsen, Norgaard (7, 3p) -siete inicial-, Pedersen (ps), Thorsgaard (3), Dalby (2), Krogshede (3), Bonde Petersen, Troelsen y Kristensen.
Parcial 2-2, 5-3, 9-4, 13-6, 13-8 y 14-9 (D) 16-12, 18-13, 20-13, 21-16, 21-18 y 24-21 (F).
Árbitros Geipel y Helbig (GER). Roja directa a la española Nely Carla Alberto (m.51). Además excluyeron por dos minutos a Nely Carla Alberto (2) y Beatriz Fernández por España; y a Skov por Dinamarca.
Londres. La selección española femenina de balonmano dio un paso de gigante en sus aspiraciones de alcanzar los cuartos de final, tras imponerse hoy por 24-21 a Dinamarca, en un encuentro en el que España volvió a sustentarse en un formidable defensa, que rozó la perfección en la primera mitad.
Conscientes de que el ganador del encuentro pondría un pie entre los ocho mejores equipos de los Juegos, españolas y danesas arrancaron el choque atenazadas por la presión, lo que provocó un sinfín de fallos del que el primero logró escapar fue el conjunto español.
España no tardó en encontrar la tranquilidad en su mejor arma, una extraordinaria defensa 5-1, con Eli Pinedo en el puesto de avanzado, que como ya ocurriera ante Francia desarboló por completo al equipo danés. Circunstancia que no tardó en propiciar las contraataques del conjunto español, que cada vez más crecido, no sólo se limitó a correr, sino que exhibió un variado y ofensivo ataque, al que Dinamarca no encontró respuesta.
Desde el pivote, en penetración, incluso, desde más allá de los nueve metros, gracias a una enchufadísima Nely Carla Alberto, España logró goles de todas las formas posibles, hasta lograr una máxima renta de siete goles (13-6) en el tanteador.
Todo le salió a la selección española, que hasta aprobó una de las asignaturas pendientes que tenía en estos Juegos, el manejo de las superioridades numéricas, ganando no sólo ya la única vez que dispuso de una jugadora más sobre la pista, sino también las dos en las que jugó en inferioridad.
La lección sólo se vio interrumpida en los minutos finales de un primer período en el que quizá por el cansancio, o por la pérdida de tensión ante lo abultado del tanteador, España se atascó en ataque.
Pero no en defensa, donde las de Jorge Dueñas, perfectamente respaldadas por la portera Silvia Navarro, siguieron rindiendo a la máxima intensidad, lo que les permitió llegar al descanso con una esperanzadora renta de cinco goles (14-9) en el marcador.
La ventaja parecía que podría diluirse en la segunda mitad ante el buen arranque del conjunto danés y, sobre todo, ante la continuidad de los problemas en ataque del equipo español, que prolongó en el inicio del segundo tiempo las dudas ofensivas con las que cerró la primera mitad.
La guardameta Silvia Navarro, con dos espectaculares intervenciones, propició la reacción definitiva del cuadro español, que aferrado de nuevo a la defensa, logró un parcial de 4-0 que devolvió los seis goles de diferencia (18-12) al tanteador.
Pero España quería más, especialmente Marta Mangué, que con tres tremendos zarpazos dejó tambaleando a una Dinamarca, que pareció definitivamente abocada a la derrota con los dos lanzamientos de penalti detenidos por Mihaela Ciobanu, que devolvieron a las de Jorge Dueñas a su máxima ventaja (20-13).
Sin embargo, la inoportuna expulsión de Nely Carla Alberto al entender los colegiados que había estrellado a propósito el balón en el rostro de portera danesa en un lanzamiento de penalti, complicó de manera inesperada el final.
En los últimos minutos las nórdicas llegaron a situarse a tan solo dos tantos (21-19), pero Silvia Navarro no estaba dispuesta a que como ocurriera ante Francia todo el buen trabajo se viniera abajo en los segundos finales, sujetando al equipo con dos nuevas paradas imposibles que sentenciaron el choque.