Londres. La polémica vivida el lunes con la tiradora surcoreana Shin Lam, que permaneció más de una hora en la pista como señal de protesta por una decisión de los jueces, recordó viejos casos olímpicos en los que el cronómetro o el error de los árbitros terminó siendo controvertido. El escándalo en la prueba de espada dio la vuelta al mundo por su singularidad dentro de un evento como son los Juegos. La alemana Britta Heidemann ganó la semifinal contra Lam gracias a un punto logrado en el último segundo, pero la confirmación de la victoria no llegó hasta una hora después. A falta de un segundo y con el marcador igualado en cinco en el tiempo extra, resultado que hacía finalista a Shin, la alemana lanzó un ataque en busca de la victoria.
Finalmente, pudo tocar a su rival con la espada, pero la surcoreana y su equipo protestaron el punto por entender que había sido fuera del tiempo reglamentario. Después de varios minutos de deliberaciones, el jurado decidió que la acción de la campeona de mundo había sido válida, lo que desató un hecho insólito: Shin permaneció sentada y llorando sobre la pista un largo rato, negándose a abandonar el lugar. Un hecho contribuyó claramente a la polémica: el cronómetro en la esgrima solo muestra los segundos, despreciando el dato de centésimas o décimas. "Puedo entender a la coreana. Yo también me hubiese sentido decepcionada con el manejo del tiempo, pero existe esta regla en la que solo puedes ver segundos completos. Tal vez veamos tiempos más precisos en el futuro", dijo Heidemann.
El incidente mezcla el debate sobre la manera de medir el tiempo y la ausencia de repeticiones que puedan ayudar a los jueces. Estos factores ya fueron protagonistas en otros Juegos, con dos ejemplos en Múnich'72. En la final de baloncesto entre Estados Unidos y la Unión Soviética, el cronómetro se retrasó tres segundos después de un debate interminable, permitiendo a los soviéticos llevarse el oro al vencer por un infartante 51-50. Unos días antes, el sueco Gunnar Larsson fue declarado ganador de los 400 estilos por delante del estadounidense Tim McKee habiendo marcado ambos el mismo tiempo, 4:31,98.
La imagen del día
La surcoreana consideró que la acción decisiva que supuso su adiós en la semifinal de esgrima llegó fuera de tiempo