Londres. La holandesa Marianne Vos alcanzó el ansiado objetivo de proclamarse campeona olímpica de ciclismo en ruta, para lo que desplegó una lección táctica y física que rubricó en un espectacular sprint bajo la lluvia en el que doblegó a la británica Elizabeth Armitstead. Tras cinco subcampeonatos del mundo consecutivos en esta especialidad, Vos, nacida en Hertogenbosh el 13 de mayo de 1987, tenía una deuda consigo misma en esta modalidad y se tomó su revancha personal bajo el diluvio en la llegada en The Mall, junto a Buckingham Palace.
La holandesa había logrado todo en su dilatada trayectoria, tanto en pista, ciclocross y hasta ruta, menos el oro olímpico en esta última modalidad. En Pekín'08 entró en el Olimpo, pero lo hizo en la pista, al ganar la prueba a los puntos. Desde que en 2002 comenzó a despuntar y a obtener triunfos importantes no ha parado de saborear las mieles de los grandes podios.
La carrera, de 140,3 kilómetros, fue muy dura y peligrosa por momentos debido a la lluvia que cayó de forma casi constante. Tardaron en desatarse las hostilidades. Holanda endureció la situación mediada la prueba, aunque la batalla verdadera comenzó con un ataque de la británica Emma Pooley a falta de 60 kilómetros. La carrera se lanzó de forma definitiva con un ataque duro de Olga Zabelinskaya, al que poco después respondieron Vos, Armitstead y la estadounidense Shelley Olds. Aunque el bloque alemán trató de impedir que abrieran hueco, el poderío del cuarteto, luego trío tras quedarse Olds, resultó incontestable y el triunfo estaba entre ellas.Vos no se iba a consentir a sí mismo un nuevo segundo puesto. Su único objetivo era el oro, y lo ganó en un sprint furibundo en el que pudo con Armitstead, en tanto que Zabelinskaya, mucho menos veloz, renunció y se conformó con el bronce.