A dos días para la ceremonia de inauguración de los Juegos, la antorcha olímpica pasó ayer frente al legendario estadio de Wembley. En la jornada número 68 de su recorrido por el Reino Unido, 153 relevistas portan la llama a lo largo de 49 kilómetros por el norte de la capital británica, un trayecto en el que miles de personas han vuelto a salir a las calles para celebrar el paso de uno de los símbolos olímpicos más reconocibles.

El exguardameta británico Gordon Banks, de 75 años, campeón del Mundial de Fútbol en 1966 con la selección de los Tres Leones, fue el encargado de portar la antorcha por las inmediaciones del nuevo estadio de Wembley, levantado en 2007 en el mismo emplazamiento donde estaba el antiguo coliseo.

La antorcha, que desembarcó en el Reino Unido el pasado 18 de mayo procedente de Olimpia, se prepara para vivir la jornada más multitudinaria de su recorrido este jueves. Los relevistas portarán el fuego olímpico a través de barrios céntricos de Londres como Camden, Fulham y Chelsea, y pasarán por algunos de los lugares más turísticos de la capital británica, como la plaza de Trafalgar, el céntrico Hyde Park y Downing Street, la residencia del primer ministro británico.

En la última jornada de su recorrido, mañana, la llama descenderá un tramo del río Támesis a bordo de la embarcación real Gloriana. Esa noche, la antorcha llegará puntual al Estadio Olímpico de Stratford para jugar uno de los roles protagonistas en la ceremonia de inauguración de los Juegos que ha diseñado el cineasta británico Daniel Boyle.