DE la infinidad de pulsos colectivos e individuales que darán lustre a la cita olímpica, sobresale por encima de todos el que dirimirán sobre el tartán los jamaicanos Bolt, la estrella de Pekín'08, y Blake, pero no menos rutilante será el que en la piscina enfrente a otro recordman, Phelps, con Lochte, aspirante a reinar en Londres, o el que dentro de la cancha batallarán Lebron, anillo en mano, y Pau Gasol, dispuesto a la revancha. Qué decir del que concitará la moviola de Wimbledon, y que presentará a Roger Federer, coronado de nuevo como número 1, intercambiando golpes de genio con Novak Djokovic, a falta de Nadal.
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Pisando los talones al maestro
Usain Bolt (21-VIII-1986, Sherwood Content, Trelawny, Jamaica) irrumpió hace cuatro años como un huracán devastador colgándose el oro en los 100 y 200 metros, así como en el relevo corto, derrochando carisma a raudales, lo que le erigió en icono mundial de la noche a la mañana, si bien su sonrisa perenne se le puede borrar de la cara porque un compatriota suyo, Yohan Blake (26-XII-1989, Parroquia de Saint James), que surgió de la mismas entrañas, se halla en disposición de derrocarle. No es de extrañar que después de compartir el programa y entrenador (Glen Mills) que catapultó a Lightning Bolt, este no quiera ahora volver a ejercitarse a su lado. Luego de salir victorioso de los trials, Blake, una Bestia -el apodo que le puso su rival- tres años menor, se presenta al grito de "todos somos humanos en la línea de salida".
Bolt defiende su oro y sobre todo sus marcas mundiales (9:58 en el hectómetro y 19:19 en los 200, logradas en el Mundial de Berlín'10), pero su adversario llega con una mejor marca personal en el sprint corto de 9:75 y firma 19:26 en la distancia más larga. En Pekín, Usain alzó los brazos antes de cruzar la meta con 9:69 en la final de los 100 y, cuatro noches después, batió la plusmarca de doce años de Michael Johnson con 19:30 en el doble hectómetro; culminando la gesta al correr la tercera posta de Jamaica con un 37:10 en los 4x100. Fue el primer velocista en fijar tres récords mundiales en unos mismos Juegos Olímpicos y emuló asimismo a Carl Lewis, Bobby Morrow y Jesse Owens como los únicos con un triplete en su palmarés.
Una lesión en la espalda mermó su nivel, lo que fue aprovechado por Blake en el Campeonato del Mundo del pasado curso para quedarse con el oro en los 100, cuando Bolt fue descalificado debido a una salida en falso. Se recuperó con el triunfo en 200, pero semanas después Blake tomó nota de sus consejos para maniobrar en la curva y se quedó a solo siete centésimas de destrozar la marca mundial. "Mi tutoría acaba ahí", espetó Bolt.
Tanto Asafa Powell como Tyson Gay y Justin Gatlin se encuentran un umbral por debajo y solo el francés Christophe Lemaitre -primer velocista blanco en bajar de 10 segundos en los 100- está en condiciones de morderles en la yugular. El gesto forzado de Bolt en el Preolímpico por culpa, a priori, de unas molestias en el gemelo derecho puede ser indicativo del cambio de ciclo.
michael phelps-ryan lochte
'Tiburón', capítulo final
Será la última oportunidad de poder verle en acción. Michael Phelps (30-VI-1985, Baltimore, Maryland) anunció en mayo que se retirará tras los Juegos de Londres, pero antes, como si 16 medallas olímpicas (14 de oro) no fueran suficientes, buscará superar los 18 metales que se colgó la gimnasta soviética Larissa Latynina (9 oros en Melbourne'56, Roma'60 y Tokyo'64). Eso sí, pese a clasificarse en ocho pruebas de las eliminatorias estadounidenses disputadas en Omaha (Nebraska), Phelps anunció que nadará solo siete pruebas a fin de reservar energías para los relevos, eliminando de su guion los 200 libre (participará en los 100 y 200 mariposa, los 200 y 400 estilos y en los tres relevos). En Atenas'04 sorprendió con seis oros y dos bronces, y en Pekín pasó a la categoría de leyenda al subirse ocho veces al primer escalón, superando las siete que ganó su compatriota Mark Spitz en Múnich'72. De niño fue diagnosticado con déficit de atención con hiperactividad aunque ese trastorno se transformó en la hipervelocidad del Tiburón Dorado, que a sus 27 años y con tres Juegos a sus espaldas desde Sidney -a los que asistió con apenas 15 años-, es ya todo un mito. Lo suyo, pies grandes y poderosos para impulsarse y una brazada fuera de lo común gracias a su apertura de brazos de 2,01 metros, parece coser y cantar, pero, como norma, nada 80 kilómetros por semana en jornadas de cinco horas al día de entrenamiento, quemando 7.000 calorías en cada sesión a las órdenes de Bob Bowman, su técnico de toda la vida.
Mientras, Ryan Lochte (3-VIII-1984, Canandaigua, New York) persigue crear su propia historia, pretensión que llega de presenciar a su oponente. Creció físicamente, ganó velocidad (su plusmarca de 1:54 para los 200 metros combinados, del año pasado, fue la primera de larga distancia desde que fueron prohibidos los trajes de alta tecnología, en 2010) y se volvió más saludable, al dejar su favorito McDonald's por una dieta de vegetales y proteínas. Su cambio y su esfuerzo dieron resultados. En los trials noqueó a Phelps como premio a los 72 kilómetros que nada por semana. Y desde que Michael hizo estragos en Pekín, el mejor ha sido Ryan, que obtuvo cuatro medallas doradas en el Mundial de Roma 2009, seis en el Campeonato Panpacífico California 2010 y cinco en el Mundial de Shanghai de 2011. "Puedo tener el peor día, pero una vez que pongo un pie en la pileta, todo desaparece", apuntó Lochte. Desde que Phelps apareció fumando marihuana con una pipa de agua durante una fiesta, todo fue distinto.
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Vía libre sin Nadal
Ni un mes ha pasado desde que sobre la hierba trasquilada de Wimbledon, Roger Federer (Basilea, 8-VIII-1981) se encaramara de nuevo al número 1 del ránking ATP, a la espera de atrapar el único hito que aún falta en su palmarés -amén de la Ensaladera de la Copa Davis-, el oro olímpico. Regresa al mismo lugar del crimen, unos Juegos, que concedieron hace cuatro años el trono a Rafa Nadal (3-VI-1986, Manacor), que será baja por problemas en sus rodillas. El próximo 8 de agosto, en plena competición, el helvético cumplirá 31 años justo después de haber superado a Pete Sampras en número de semanas en la cima tenística, desde que lo lograra por vez primera el 2 de febrero de 2004. El balear, cumplimentado el expediente en su tierra predilecta de París, necesitaba olvidar el traspiés en el césped inglés ante un desconocido Rosol, pero el mundo se le vino abajo cuando comprobó que no podía defender su oro. Puede ser la hora de la verdad de Novak Djokovic después de que el serbio haya bajado, lógicamente, el nivel que ofreció en 2011. Los tres grandes se han llevado 29 de los últimos 30 Grand Slam. Y es que desde mayo de 2005, Federer ha ganado 13 de sus 17 títulos de Grand Slam en una seguidilla de 20 finales. Su nuevo técnico, Paul Annacone, fue fundamental en su remontada desde Australia 2010. Agassi, quien sigue siendo el jugador más veterano en ser número 1 de la ATP -33 años y medio en 2003- le sirvió de inspiración.
lebron james-pau gasol
Como anillo al dedo
Lebron James (30-XII-1984, Akron, Ohio, Estados Unidos) aterriza tras haberse quitado una pesada carga: las nueve temporadas que tardó en pasar de ser la mayor promesa de la historia de la NBA, más que Kobe Bryant o Michael Jordan, a ganar su primer anillo. Miembro de aquella generación que avergonzó a su país en el Mundial de 2006 y en los Juegos de 2004, el escolta se sacó su primera espina en Pekín antes de la brillante campaña que acaba de cincelar, con un promedió de 27,2 puntos en fase regular y de 30,3 en los play-off, siendo el MVP de la final ante Oklahoma. Los gestos de dolor en el último partido no serán obstáculo para quien nació en la capital mundial del caucho, por la alta concentración de empresas de neumáticos. Hijo de madre adolescente, Gloria, que ahora lo acompaña a todos los partidos, y de un antiguo preso por tráfico de drogas, Anthony McClelland, que les abandonó, fue recuperado a tiempo por el entrenador Frankie Walker e ingresó en el liceo de St. Vincent-St. Mary, en cuyo equipo maravilló hasta dar el salto a los Cavaliers de la NBA, sin haber pasado ni un segundo en la NCAA y como número 1 del draft. Lo hizo con un contrato de 90 millones de dólares con Nike que le convirtió en multimillonario antes de pisar una cancha. Pero Pau Gasol (6-VII-1980, Barcelona), el hombre que abrió a España el camino de los éxitos, quiere resarcirse de la final de Pekín (118-107), en la que un arbitraje que se olvidó de las reglas allanó la senda a los norteamericanos. El catalán desea aparcar su culebrón con los Lakers y traspasar la última frontera para un equipo que en los últimos seis años ha ganado un Mundial (Japón'06), dos europeos (Polonia'09 y Lituania'11) y una plata olímpica (Pekín'08).
Duelos de altura sin dueño fijo. Tormenta de calidad. ¿Truenos o relámpagos?
