Dolorido desde que se cayera en la primera rotonda del prólogo del Tour en Lieja, Gorka Verdugo tuvo que acudir el miércoles al traumatólogo, tras la etapa de Rouen. Verdugo se sigue doliendo de la cadera, la principal consecuencia de la caída. Aún cojea cuando se baja de la bicicleta y siente que, lejos de mejorar, el golpe le sigue dando guerra. En las radiografías no se observó ninguna fractura, pero el traumatólogo les informó de que no se podría evaluar el alcance del golpe hasta el día de descanso, el próximo martes, tras la primera crono larga.