Rouen. Hace unos días, antes del Tour, se supo que Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) había acordado presentar una acusación formal por dopaje contra Lance Armstrong, que en el proceso podría perder sus siete Tours y, claro, toda su credibilidad. Se contó entonces que Floyd Landis y Tyler Hamilton serían los testigos que la USADA presentará para mostrar las evidencias de los cargos de utilización de sustancias prohibidas. La agencia estadounidense dijo entonces que hasta diez excompañeros estarían dispuestos a testificar en su contra, también contra los médicos Kepa Zelaia y Luis García del Moral, además del preparador Pepe Martí, para demostrar que el campeón tejano habría recurrido a un sistema de dopaje sistemático desde 1999 hasta 2005. Cuatro de esos diez testigos que mencionaba la USADA serían ciclistas que están corriendo el Tour: Levi Leipheimer, George Hincapie, David Zabriskie y Christian Vandevelde.

Los cuatro, y un quinto que no está en activo y permanece en el anonimato, habrían admitido ante la USADA haber recurrido a productos dopantes durante su carrera y, después, podrían haber pactado acusar a Armstrong a cambio de una reducción de tres cuartos de la pena deportiva, de 2 años a seis meses a cumplir a partir de septiembre, y la suspensión total de la sanción económica.

Pese a reconocer el uso de sustancias dopantes, lo que directamente les hubiese hecho indeseables en el Tour, estarían corriendo la carrera francesa con el beneplácito de la UCI y de la propia USADA, aunque renunciaron voluntariamente a formar parte de la selección olímpica en Londres nada más conocerse la acusación formal contra Armstrong.