helsinki. Luis Felipe Méliz y David Bustos consiguieron ayer sendas medallas de plata y bronce que aúpan a España a la octava posición en el medallero con cuatro metales (una de oro, una de plata y dos de bronce). Cosecha, en todo caso, que se muestra como la peor del equipo español en 22 años, concretamente desde Split' 90.

Nacido en Cuba hace 32 años, Méliz consiguió ayer su primera medalla con la nacionalidad española, adquirida en 2007, al obtener el segundo puesto en la final de longitud de los campeonatos de Europa con un salto de 8,21 metros sólo superado por el alemán Sebastian Bayer (8,33). Se trata de la tercera medalla de plata europea de un atleta español en esta prueba. Antonio Corgos ya fue subcampeón en Atenas' 82 y Ángel Hernández lo fue en Split' 90. El alicantino Eusebio Cáceres terminó quinto con los 8,06 metros de su sexto y último esfuerzo.

En posesión de una marca personal de 8,43 metros, conseguida hace ya doce años en Jena (Alemania), Méliz había conseguido plata y bronce en Panamericanos, pero nunca había subido a un podio internacional como español.

El alemán Sebastian Bayer, que había deslumbrado en la calificación con 8,34, estuvo a punto de quedar fuera de la mejora pero le salvó un salto de 8,03 en tercera ronda que le regaló tres nuevos intentos. En el quinto se fue a los 8,33.

Méliz, el único atleta español que había superado los 8 metros este año (8,01 el Barcelona y 8,00 en Budapest), abrió con un salto de 7,97 y en su segundo, batiendo al límite de la tabla, se puso en cabeza con 8,21, aprovechando un viento favorable de 1,7 metros.

Por su parte, el balear David Bustos consiguió la medalla de bronce en 1.500 metros con una marca de 3:46.45 por detrás del noruego Henrik Ingebrigtsen (3:46.20) y del francés Florian Carvalho (3:46.33).

Bustos era el único español en la final de una disciplina, los 1.500, que ha dado a España tres medallas de oro, dos de plata y cuatro de bronce. Fermín Cacho, ayer jefe de equipo, venció en este mismo estadio en 1994; Reyes Estévez se proclamó campeón cuatro años después en Budapest y Arturo Casado, ausente aquí por lesión, conquistó el título en Barcelona 2010.

El atleta balear cargaba, con 21 años, con la defensa del orgullo español. Su marca de Huelva (3:34.77) le otorgaba un voto de confianza pese a que tras superar la primera ronda rebajó drásticamente las expectativas al manifestar que se había sentido "muy mal en carrera".

La carrera salió lenta, con el serbio Goran Nava al frente. El grupo iba compacto al toque de campana, con Bustos octavo, y todo se decidió en la recta. El español progresó por el centro y adelantó posiciones hasta llegar tercero.