VARSOVIA. Son los máximos exponentes del fútbol del siglo XXI. Aunque empezaran antes, han dejado su legado entre 2000 y 2010 extendiéndose más allá en el tiempo. La final de la Eurocopa permitirá ver un duelo entre dos de los centrocampistas más equilibrados que jamás haya dado el mundo del fútbol.
Ven el césped muy de cerca, su baja estatura se lo permite y por eso tal vez sean lo que son. Auténticos metrónomos y equilibristas de la posesión que mueven a sus equipos como si fueran relojes suizos. Sin ellos, sus selecciones y sus clubes tal vez jamás hubieran llegado a ser lo que han sido.
El Barcelona sin Xavi es como el Milán o el Juventus sin Pirlo. Y ocurre lo mismo con Italia y con España. La ausencia de ambos podría provocar una hecatombe en la "Roja" y en la selección transalpina. Prácticamente de la generación del 80, con más de 30 años los dos, apuran su camino internacional. El tiempo puede estar acabando para dos figuras que puede que vivan en el Mundial de Brasil 2014 su último gran torneo.
Antes, deberán verse las caras en Kiev. Pirlo llega a la cita como uno de los grandes triunfadores de la Eurocopa. Lo ha jugado todo y bien. Ha dado auténticos recitales y ha completado encuentros de esmoquin. Ha sido decisivo y dejará imágenes para el recuerdo como su gol "a lo Panenka" en la tanda de penaltis contra Inglaterra en cuartos de final.
Nadie ha podido frenar a "Il metronomo", que ha sido nombrado el mejor jugador del partido por la UEFA en tres ocasiones. Y, además, ha marcado un gol y ha dado dos asistencias. Está en el mejor momento desde hace mucho tiempo, casi todo lo contrario de lo que aparenta Xavi.
El medio catalán no ha dado ningún pase de gol, no ha marcado y fue sustituido en semifinales. Pese a que no está rayando el nivel de la anterior Eurocopa, el mejor de un equipo espectacular que ganó un torneo histórico, es el referente y se le espera en la final.
De momento, debe conformarse con mirar a Pirlo y tomar nota. Este año, le está comiendo el terreno. Con 2.888 pases en toda la temporada, el italiano es insuperable en esa estadística. Xavi es el segundo pasador con 2.476. Son los dos mejores, pero como en la Eurocopa, el jugador del Barcelona está un escalón por detrás.
Y, de momento, parece que Pirlo impone más respeto. "La teta de donde nace todo es Pirlo", avisa Vicente Del Bosque. "Es el referente, marca la diferencia y lleva el dominio y el control del juego, puede ser parecido a lo que aporta Xavi a nuestra selección, aunque tampoco hay que centrarse a un jugador, sería un error con la velocidad de los delanteros y su juego por las bandas", dice Ramos. "Hay que desactivarlo", sentenció Cesc Fabregas.
En cualquier caso, ver jugar juntos a ambos no ocurre muy a menudo. Antes de esta Eurocopa, coincidieron en un amistoso en Elche en 2008. Desde entonces, hasta la fase de grupos, no volvieron a juntarse sobre el césped. Un par de veces en menos de un mes es un gusto para la vista del buen aficionado al fútbol y en Kiev millones de personas podrán disfrutar de dos de los mejores futbolistas de la década.
Pirlo buscará sellar con un título su magnífica Eurocopa. Xavi intentará reclamar el protagonismo que ha perdido respecto al espectacular juego del italiano. Pase lo que pase, ambos representan cualquier cosa menos el fútbol tosco, fuerte y físico. No les hace falta. Ellos llevan el paso con su cabeza. Representan el triunfo del cerebro.