Lieja (Bélgica). El equipo francés Europcar comienza el Tour de Francia ensombrecido por las sospechas de dopaje, tras publicarse que se ha abierto una investigación sobre presuntas prácticas ilícitas en la pasada edición, negadas ayer por los responsables de la formación. "No sabemos nada, nadie se ha puesto en contacto con nosotros para pedirnos información. Lo único que sabemos es que hay un artículo periodístico que habla del asunto", afirmó el director del Europcar, Jean-René Bernardeau, que defendió "la limpieza" de su formación.
Pero las palabras del técnico no fueron suficientes para detener el escándalo, surgido después de que el diario L'Équipe revelara que la fiscalía de París abrió una investigación por presuntas prácticas dopantes en el Europcar durante el Tour de 2011, en concreto, transfusiones y consumo de corticoides. "Nadie se ha puesto en contacto con nosotros", afirmó Bernardeau, a quien se le atragantó la cena anoche cuando un periodista le avisó de la publicación.
La noticia ha caído como un jarro de agua fría en un equipo que presume de su compromiso contra el dopaje, que integra la asociación Movimiento por un Ciclismo Creíble (MPCC) y que en los últimos años había destacado por una gran progresión de sus resultados deportivos. Así lo demuestra el cuarto puesto de Thomas Vockler en el pasado Tour, en el que Pierre Rolland acabó décimo y como mejor joven. "A uno le da que pensar. Creo que sin los buenos resultados que hemos obtenido, no habría salido todo esto", señaló Bernardeau.
Lo cierto es que la sombra del dopaje planeaba sobre el Europcar antes de que L'Équipe publicara la apertura de la investigación. Anthony Charteau, mejor escalador del Tour de 2010, tuvo que parar durante diez días después de que un control pusiera de manifiesto una tasa elevada de cortisona, consecuencia casi con toda probabilidad del consumo de corticoides. "Que aporten pruebas. Nosotros estamos a su disposición", aseguró un Bernardeau visiblemente molesto porque las sospechas de dopaje empañen su debut en el Tour.
La investigación judicial, encargada a la brigada central de lucha contra los atentados contra la salud pública por la Fiscalía de París, se abrió durante el pasado Tour y se refiere, específicamente, a las transfusiones de recuperación en los hoteles y al uso de corticoides. Según L'Équipe, la investigación se abrió a partir de testimonios acusadores o, como cree Bernardeau, de una denuncia directa, aunque el director insistió en que nadie le ha dicho nada oficialmente. Agregó que "la salud de los ciclistas es la prioridad del equipo" y puso como ejemplo que ha incluido a su propio hijo en la selección que correrá la ronda gala.