Barcelona. El Barcelona anunció ayer oficialmente la contratación del lateral Jordi Alba, procedente del Valencia, a cambio de 14 millones de euros y para los próximas cinco temporadas. El acuerdo con Alba, de 23 años, formado en la cantera del equipo azulgrana, queda supeditado a una revisión médica que se realizará la próxima semana, una vez finalice su participación en la Eurocopa de selecciones.
Se trata del primer fichaje del Barcelona con vistas a la próxima temporada y desde que Tito Vilanova se ha hecho cargo del equipo. Los servicios técnicos del Barcelona tienen previsto cerrar la plantilla con vistas a la próxima temporada con la contratación de un defensa central.
Las bases de la contratación se pusieron al término de la temporada y todo apuntaba a que la misma se iba a cerrar antes del inicio de la Eurocopa por la posibilidad de que se pudiera encarecer la operación. El precio de salida era 15 millones de euros, pero el club catalán intentó rebajar la misma a base de una cantidad de variables. Sin embargo, al final la operación no registra este concepto y el precio final es de 14 millones fijos.
La llegada de Alba permitirá a Vilanova disponer de un futbolista con perfil ofensivo por la banda derecha que equilibre el juego por la derecha donde luce Daniel Alves. Desde la enfermedad de Eric Abidal, cuyo futuro como futbolista está en el aire, el Barça ha tenido que improvisar en el lateral izquierdo. Pep Guardiola había utilizado incluso al capitán Carles Puyol en esta zona, en la que se prodigó durante muchos partidos Adriano.
Alba es rápido y técnico. Capaz de jugar como lateral zurdo, pero también como extremo. Se formó en La Masia durante siete años, entre 1998 y 2005, en una etapa en la que jugaba habitualmente de mediapunta. Tras ser descartado por el Barça, el futbolista pasó a jugar en las filas del Cornellà y de allí, al Valencia, donde ayudó al filial a subir en Segunda B. Posteriormente fue cedido al Nástic de Tarragona.
En el verano de 2009, Alba se hizo con un puesto en el primer equipo del Valencia, entrenado por Unai Emery. En las últimas tres temporadas ha jugado 74 partidos de Liga y en la presente Eurocopa se ha convertido en un jugador básico en los esquemas de Vicente del Bosque, así como en una de las sensaciones del torneo.
La carrera de Alba, en cualquier caso, no ha sido un camino de rosas. Si no hubiese quedado descartado a los dieciséis años por su físico endeble, probablemente habría seguido el camino de Sergio Busquets o Pedro Rodríguez y debutado con el Barcelona hace ya dos o tres temporadas a las órdenes de Pep Guardiola. Si hubiera dado el estirón a tiempo y los responsables del fútbol base azulgrana no hubieran cortado en edad juvenil a ese mediapunta eléctrico y habilidoso pero más pequeño y débil que el resto, seguramente ahora tendría en su palmarés los seis grandes: Liga, Liga de Campeones, Copa del Rey, Supercopa de España, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes.
Sin embargo, Jordi Alba (L'Hospitalet de Llobregat, Barcelona, 21 de marzo de 1989) tuvo una explosión tardía y, mientras esperaba a que su físico cambiara para acomodarse a su fútbol, no tuvo más remedio que buscarse la vida. Cuando Unai Emery se fijo en él para subirlo al primer equipo valencianista hace tres pretemporadas, Alba ya se había convertido en un especialista de banda, un extremo habilidoso que destacaba por su velocidad, desborde y precisión en los centros.
Con Silva y Mata por delante de él, Émery entendió que el catalán tendría más futuro como profesional si retrasaba su posición hasta convertirse en defensa. Y ahora, hasta el mismísimo Vicente del Bosque tiene claro que en España no hay nadie mejor que Alba para defender ese carril izquierdo. El suyo era un fichaje cantado desde hace tiempo. Ni Valencia ni Barcelona han negado nunca que estuvieran negociando por él. Al de L'Hospitalet, barcelonés de nacimiento y formado en las filas del conjunto azulgrana, le quedaba solo un año mas de contrato, y el club che, que sabía de su deseo de volver a casa, tenía claro que la única forma de sacar tajada era venderle este verano. Alba regresa a los orígenes.