Vitoria. Cristiano Ronaldo no solo se juega un pedazo más de crédito de cara al Balón de Oro, que no se reparte por marcar goles a la República Checa, sino que enfrente tendrá el miércoles el reto de erigirse en la bandera de todo un país y, principalmente, en el nuevo antagonista de España, a la que tiene especiales ganas por aquello de que percibe en ella la sombra del Barcelona. Del Bosque y sus muchachos, en concreto aquellos con label merengue, saben cómo se las puede gastar el tanque luso, ansioso asimismo por redimirse de la final de 2004, con el aval de unas cifras espectaculares en su expediente este curso: 60 goles con el Real Madrid (46 en Liga, 10 en Champions, 3 en Copa y 1 en Supercopa) y 5 con la selección de Paulo Bento, sin contar amistosos.
El aplastante triunfo español ante Francia no ha disminuido la ilusión lusitana, desbordante en la prensa. "No tenemos miedo", plasmó el rotativo Record; "España teme a Super Ronaldo", intuye Correio da Manha; pero no solo los medios anhelan la gesta, puesto que sus propios futbolistas aprecian agujeros en la escuadra de Del Bosque. "No tiene profundidad en ataque", observa Ricardo Costa. Por la calle la gente apela al 17 de noviembre de 2010, cuando Portugal apabulló a la campeona del Mundo con un rotundo 4-0, y es que considera "a los del otro lado" como "ruidosos y prepotentes", una percepción que tiene mucho que ver con el asentamiento de empresas españolas en su territorio, algo que estiman como "una colonización". En el vestuario, amén de la reyerta entre Lopes y Quaresma, ya sofocada, se aferran al mensaje que, como desveló Pepe, les ha trasladado Mourinho: "Podéis salir campeones".
España disfrutó ayer de la resaca trabajando, al menos los componentes de su cuerpo técnico, en especial Paco Jiménez, quien desgrana cada detalle de los rivales. De ahí que sea el más indicado en advertir que "no solo está Cristiano, ya que Portugal tiene a Pepe y Bruno Alves, dos de los mejores centrales de Europa, y a Nani, un futbolista impresionante que te busca las cosquillas. Si pensamos solo en Ronaldo, nos equivocaremos. Les gusta mucho jugar a la contra y no creo que cambien". Más tranquilo respira José Manuel Otxotorena, el preparador de porteros, ya que Casillas conoce hasta el milímetro último por dónde puede colarle el esférico el astro madridista: " Es algo que favorece y perjudica a los dos. En el golpeo la pelota adquiere efectos y cambios de dirección. Hay que intentar que golpee lo menos posible". Nada más apear a Francia, la preocupación máxima de Del Bosque se centró en el cansancio físico y en los dos días menos de recuperación que tenía su grupo respecto a su próximo oponente. Javier Miñano, el preparador físico, admite que "es una desventaja pero no debe servir de excusa". "No conocemos el límite de los jugadores. Hace años no se pensaba que un futbolista jugara 72 partidos en una temporada o más de 5.000 minutos", explica.
abrazos, música y gran ambiente Un dato estadístico, aparte de cómo se comporta sobre el campo, monarca de la pelota, arropa las posibilidades de España: en las cuatro ocasiones en que llegó a la penúltima ronda de un Mundial o una Eurocopa, siempre se plantó en la final (1964, 1984, 2008 y 2010). Además, la mano derecha del míster salmantino, destapó ayer que en el vestuario estatal se ha producido un cambio de chip. Si tras lograr el billete a cuartos, el técnico reprochó a sus futbolistas por no celebrar el éxito como mandan los cánones, esta vez hubo abrazos, música y gran ambiente. "Tenemos la inmensa fortuna de que es un grupo que lleva tiempo unido y su comportamiento es excelente". Si hay algo que no variarán es el estilo, el mando contemplativo, dominadores absolutos del balón, por mucho que enfrente esté Cristiano, "aunque sabemos que enfrentarnos a un jugador como él es una preocupación evidente porque es muy fuerte física y técnicamente. Un gran goleador". Paulo Bento no quiere oír hablar de Cristianodependencia. "Este equipo es un colectivo. Ronaldo es nuestro emblema, de eso no hay duda. Pero aquí se depende de los veintitrés, del entrenador y de todo el mundo".
CR7 ha enterrado las críticas con goles y un buen puñado de fútbol en sus piernas. Su posición en la banda abre espacios y genera ocasiones pero su verdadero peligro llega con su libertad de movimientos en la zona de tres cuartos. Su explosividad y el juego de contragolpe puede beneficiarle y, además, no necesita mucho para generar peligro. Un libre directo o su simple magia pueden decantar el encuentro. Con todo, el cerebro y revelación responde al nombre de Joao Moutinho. La inclusión de Veloso y Meireles le libera mucho en sus tareas defensivas y le deja libertad para ejercer su creatividad arriba. Algunos detalles, aun pasando inadvertidos, han resultado determinantes. Ejemplo de ello, el centro que permitió a Cristiano llenarse de gloria ante los checos: preciso y con la potencia perfecta para facilitar la definición.
Falta les hará porque España alberga más de una variante para el éxito. Primero, su seguridad defensiva: solo ha encajado un gol, en el estreno ante Italia, y es la selección menos goleada, a la que menos disparan a puerta y la que menos ocasiones concede. Asimismo, ha encontrado en Xabi Alonso a un líder con personalidad que pisa área; en Ramos a un central que está siendo capaz de eclipsar la ausencia de Puyol, potente en el cuerpo a cuerpo y feroz en el juego aéreo; y en Jordi Alba a un lateral que es un cuentakilómetros.