El comisionado David Stern anunció ayer la solicitud por parte de Seattle para que la ciudad pueda volver a tener un equipo de la NBA que ocupe el puesto que dejaron los SuperSonics, ahora convertidos en los Thunder. Seattle mantiene el derecho a que el futuro equipo de la NBA que llegue a la ciudad tenga el nombre de los SuperSonics, y ya tiene formado un grupo empresarial que trabaja en el proyecto de un nuevo campo por valor de 490 millones de dólares.