Bilbao. Pese a haber anotado el gol que dio el triunfo a la selección alemana frente a Portugal, Mario Gómez no se ha librado de recibir críticas por su actuación durante ese encuentro. El que fuera centrocampista del Bayern de Munich e internacional con la selección alemana, Mehmet Scholl, fue el que destapó la caja de los truenos al criticar la aparente inmovilidad del delantero teutón. Scholl demandó más agilidad y desmarques al atacante, del que dijo que "hubo momentos en que fue demasiado, ver que los centrocampistas, los defensores querían avanzar y enviar balones a la punta. Pero allí no había nadie. Y ésa es la pregunta, cuánto aguanta un equipo algo así". También añadió, en tono de mofa, que tenía miedo de que Mario Gómez se llagase, aludiendo a una falta de movimientos en el espacio ofensivo, y temía incluso que hubiera habido que cambiarle de posición en el transcurso del partido. Mario Gómez responderá a ese tipo de críticas de la manera que mejor sabe hacer, anotando goles, ya que, aparte de haber anotado el tanto decisivo en el primer partido de su selección en la presente Eurocopa, ha anotado 45 goles en 58 partidos disputados con su club, lo que le ha valido ser el referente ofensivo de Alemania, por encima de Podolski o del atacante de la Lazio Miroslav Klose, con lo que se conforma así un relevo generacional que provoca la llegada de los denominados jóvenes veteranos en detrimento de veteranos consagrados tanto con la selección teutona como con sus respectivos equipos. El mayor ejemplo de eso es Mario Gómez, que se ha convertido en el relevo perfecto de Klose y que ha marcado su primer gol en un evento internacional con su selección. Todo ello a los 26 años, completando así el círculo del relevo generacional tardío.