PAMPLONA. Durant, que como el resto del equipo sufrió la pasada temporada la decepción de quedar eliminados en las mismas finales que disputaron contra los Mavericks de Dallas, la canalizó en convertirse en mejor jugador y para muchos ya convertido en el número uno del mundo.
El entrenador de los Spurs de San Antonio, Gregg Popovich, un veterano conocedor como nadie de los valores de los jugadores tanto dentro como fuera del campo, admitió desde el cuarto partido, cuando su equipo se hundía irremisiblemente en otro colapso monumental, que Durant era el "mejor jugador del planeta".
Durant, de sólo 23 años, no le defraudó y lo demostró partido tras partido en los últimos cuatro que los Thunder ganaron para remontar una desventaja de 0-2 que tuvieron al comienzo de la eliminatoria.
El joven alero de los Thunder, líder encestador de la liga por tercer año consecutivo, respondió de forma brillante en el sexto partido al conseguir un doble-doble de 34 puntos, incluidos 20 en la segunda parte, y 14 rebotes que dejaron a su equipo con la decisiva victoria por 107-99.
Durant, que tiene en lo que va de la fase final promedio de 27,7 puntos por partido, jugó los 48 minutos completos del sexto, primera vez que lo hizo en lo que va de temporada, y su esfuerzo mereció la pena porque ahora, al margen de haber conseguido el pase a las ansiadas Finales de la NBA, tendrán también descanso hasta el próximo martes cuando se inicie la lucha por el anillo de campeones.
El rival saldrá de la eliminatoria que disputan en la Conferencia Este los Heat de Miami y los Celtics de Boston, con ventaja de 3-2 para los segundos, que el jueves jugaran el sexto partido en su campo del TD Banknorth Garden.
"Ahora no pensamos en el próximo rival, cualquiera de los dos serán muy difíciles, sino en disfrutar de este gran momento que todo el equipo se merece por el trabajo realizado durante la serie ante los Spurs y toda la temporada", declaró Durant. "El primer gran objetivo lo conseguimos, ahora falta completar el sueño".
Durant reconoció que se sintió cansado en determinados momentos del partido, pero que estuvo completamente de acuerdo con el entrenador de los Thunder, Scott Brooks, de mantenerlo en el campo.
"Sabía que el equipo podía conseguir la victoria, vivir este momento, pero no lo daba por garantizado, había que pelearlo y eso fue lo que hicimos todos en el campo", destacó Durant. "Hemos dado un paso más y ahora falta el definitivo".
Los Thunder, que hace tan sólo tres años tenían una marca perdedora de 3-29, pero la joya preciosa de Durant, que menospreciaron los Trail Blazers de Portland por otra primera selección "desastrosa" de un hombre alto, el pívot Greg Oden, han demostrado que están listos para permanecer durante bastante tiempo en la elite de la NBA.
"Creo que es un gran momento para Kevin (Durant) por la manera como jugó y se comportó en el campo", declaró Brooks. "No era posible sacarlo, aunque reconozco que me miró varias veces fatigado, pero estaba convencido que como el resto de los jugadores tenía reservas suficientes para seguir en la lucha como lo hicieron".
Brooks reiteró que los jugadores mostraron lo que deben hacer los hombres en el campo, como equipo y el espíritu que siempre quieren dar cuanto están compitiendo.
"Se trababa de demostrar con el lenguaje del cuerpo que estábamos unidos, como una familia, que lucharíamos hasta el final", señaló Brooks. "Creo que ahí estuvo la clave cuando desde la primera posesión de la segunda parte salimos a ganar y no cedimos ni un palmo hasta conseguirlo".
Junto a Durant, el base Russell Westbrook también aportó 25 puntos, ocho rebotes y cinco asistencias, para surgir con su mejor juego en la segunda parte cuando hizo que el francés Tony Parker, la gran figura de los Spurs en la primera, se viniese abajo y con él todo el equipo de los Spurs.
"Supimos reaccionar a tiempo, todos los compañeros ayudaron y al final fuimos mejor equipo que ellos y de ahí que conseguimos la victoria", declaró Westbrooks. "No pienso en las Finales sino en disfrutar de este momento y mañana será cuando nos daremos cuenta todavía nos queda por dar el paso más difícil".
Los Spurs, que nunca se pudieron imaginar quedar eliminados con cuatro derrotas consecutivas después de haber logrado 20 triunfos seguidos, fueron unánimes en reconocer que los Thunder con Durant, como gran líder, al final mostraron ser superiores, aunque ellos se sintieron orgullosos del esfuerzo realizado.
"No hay mucho que decir ni comentar", declaró el veterano escolta argentino Manu Ginóbili, de los Spurs. "Hicimos un gran esfuerzo, una primera parte excepcional, pero al final no pudimos ganarlos".
Lo mismo les sucedido antes a los Mavericks, actuales campeones, y a Los Ángeles Lakers con el escolta Kobe Bryant, que en las semifinales lucharon, pero como a los Spurs, en los momentos decisivos los Thunder con Durant fueron el mejor equipo y por eso ganaron con todo merecimiento el derecho a luchar por su primer anillo de campeones de la NBA.