cualquiera habría firmado volver a Vitoria con un 1-1. Pero como dijo San Emeterio, "cuando ganas el primer partido, en lo único que piensas es en hacer el 0-2". Todo lo que no sea eso parece que te vuelves con malas sensaciones. Pero ni mucho menos. En este tipo de eliminatorias esta prohibido ser excesivamente optimista o pesimista, ya que cualquier detalle en el partido hace que las tornas cambien de bando. Todo el primer tiempo fue una continuación de los últimos quince minutos del primer partido. Control de juego absoluto por parte de los vitorianos sin dejar correr al Madrid y llevando el tempo del partido. A pesar de la derrota, el Madrid sigue sin carburar y sin poder demostrar todo el potencial que tiene. No se está sintiendo a gusto. El sábado tuvo cinco minutos donde se pareció al Madrid que ha deslumbrado en ACB, saliendo en velocidad y demostrando que con ventaja y en superioridad numérica es el mejor. A eso le añadió tres triples que le dieron mucha vida y redujo la ansiedad con la que habían vivido. Desgraciadamente para los intereses vitorianos, en esos cinco minutos también se dio un desacierto en ataque por parte de los de Dusko, con triples bien tirados pero errados. Ese margen de 8-10 puntos a favor del Madrid hizo que los de Laso jugaran con más tranquilidad los minutos finales. Este segundo partido tuvo un inesperado protagonista: Velickovic. Nadie fue capaz de pararle cerca del aro. Jugó de espaldas con gran brillantez. Eso le dio confianza suficiente como para acertar incluso en el triple y realizar un partido muy completo. Estadísticamente ambos equipos cumplieron en canastas de dos, con 20 convertidas por equipo. En la liga regular la media de todos los equipos es de 21, lo que significa 42 puntos. De ahí que en más de una ocasión haya dicho que los tiros convertidos de tres, así como los recibidos, son los parámetros que marcan la victoria o la derrota. En esta ocasión el Caja Laboral tiró mucho y anotó poco. Debido a ese juego pisó menos la pintura y el tiro libre. En cambio el Madrid tiró menos y tuvo mejores porcentajes, sobre todo en esos cinco minutos cruciales. También mejoró en el rebote defensivo. Ahora la serie se traslada a Vitoria, donde la presión va a aumentar ya que ambos conjuntos saben de la importancia de ponerse 2-1. Si el Caja Laboral gana, al Madrid se le va a hacer muy difícil llevar la eliminatoria de vuelta a la capital. Si el equipo de Laso gana, el quinto lo tiene garantizado ante su público, algo que a los árbitros, quieran o no, les afecta. Por lo tanto, es hora de poner todas las cartas sobre la mesa y dar lo mejor de sí.