GASTEIZ. El vitoriano ha explicado hoy en declaraciones su decisión de "aparcar" el proyecto 2x14x8000 en el que estaba embarcado en los últimos años tras retornar "decepcionado" de la última expedición al Shisha Pangma.
Juanito Oiarzabal ha reconocido sentirse "saturado" de todo lo que rodea al panorama actual de la montaña y "haber perdido la ilusión y las ganas" de terminar el reto de subir a las cuatro cimas que aún le quedaban pendientes.
El vasco ha precisado que su deseo ahora pasa por "estar tranquilo" y ocuparse del mundo de la montaña desde otra perspectiva, en la vertiente de guía profesional.
Oiarzabal quiere ahora dedicar tiempo a "reflexionar", aunque no descarta en "uno o dos años" recupere las ganas de tratar de alcanzar las cimas del Nanga Parbat, Broad Peak, Daulaghiri y Shisha Pangma que le faltan para cumplir su objetivo.
Ha reconocido que ahora pasa por un momento de "bajo estado de moral y ánimo" y que quiere "olvidar" durante uno o dos años la idea de volver a organizar una expedición, algo que sólo se replantearía si cuenta con un proyecto de patrocinio "fuerte".
El vitoriano ha lamentado la "falta de interés en todos los ámbitos" que ha detectado para continuar con este proyecto "ilusionante, bonito y único" para un "montañero vasco" como lograr repetir la ascensión a las catorce cimas más altas del planeta y que, de haberlo logrado, sería "complicado" que otro alpinista pudiera repetirlo.
Después de 48 expediciones al Himalaya y de haber hecho cima en 26 ocasiones por encima de los ocho mil metros, Oiarzabal ha opinado que no tiene que "demostrar nada a nadie" y que tiene "más que perder que ganar", en referencia a los problemas que ha sufrido en el intento a cima de hace diez días.
El vasco sufrió un edema pulmonar durante la ascensión al Shisha Pangma que le hizo desistir del intento a la cumbre y ya está en tratamiento con los médicos para recuperarse de la embolia que arrastra y que sufrió en la ascensión al Lhotse en la pasada primavera de 2011.