Bilbao. La pasada Aste Nagusia, cuando el sol apretaba sobre Bizkaia, en una semana intermitente, la pelota a mano volvió a poblar Bilbao. En una feria de campanillas, Pablo Berasaluze y Aritz Begino se imponían sobre Titín III y Aitor Zubieta -quien sustituía a un David Merino que empezaba a sufrir el virus estomacal que le tuvo fuera de combate con el Guillain Barré-. Después de un ejercicio grande del berriztarra, reinando en Miribilla, el primer trofeo tras varios años en blanco de la capital vizcaina se quedaba en casa en un bonito torneo, organizado en cuatro días: dos de semifinales, uno de final y, entre medias, un festival mixto junto al Aste Nagusia de pala. Con cuatro parejas en liza, dos por empresa, Aimar Olaizola y Mikel Beroiz, Titín y Merino II, Juan Martínez de Irujo y Aritz Laskurain y el vizcaíno y el zaguero autzarra, a la postre campeones, pusieron toda la carne en el asador para atraer al público bilbaino. Y así fue. Finalizando como una fiesta en las gradas la victoria del delantero local. Con este exitoso precedente en mente y la gran afluencia de público que está teniendo la cancha bilbaina -exceptuando el festival del sábado del Manomanista-, las empresas están estudiando ampliar la feria de Aste Nagusia de Bilbao y dotarla de mayor competitividad, partidos y parejas en competición. Así las cosas, fuentes consultadas explican que el número de pelotaris en liza por empresa puede pasar de cuatro a seis; en total, doce manistas y seis parejas, tres por promotora. Si así fuera, el campeonato estival bilbaino obtendría el mismo rango de importancia que el laureado torneo de San Fermín, que abre el verano, y el de San Mateo logroñés, que lo cierra. Ambos, con siete citas en una semana pelotazale frenética, se imponen como los grandes tótems veraniegos, club en el que entraría la feria manista de Bilbao, que amenaza con seguir creciendo poco a poco. Porque, vista la gran acogida que están teniendo la mayoría de festivales de pelota a mano que se están disputando en Miribilla, las empresas tienen claro que apostar por la cancha vizcaina se traduce en buena entrada casi fija y eso en un emplazamiento de 3.000 asientos es toda una alegría económica en los tiempos que corren.
Una de las dudas que puede generar crear una feria tan larga sería el acomodo que se debe buscar al torneo de Aste Nagusia de pala, que el pasado curso se jugó en las fechas en las que no había festivales de mano en el frontón Bizkaia y que, en el caso de ampliarse la feria manista, habría que encontrarle un hueco para que los hinchas palistas vizcainos puedan disfrutar de una de las fechas fuertes y más bonitas de la actividad profesional de pala. Asimismo, entre los pliegos a cumplir dispuestos por la Diputación de Bizkaia a la empresa Custom Sport, gestora del edificio, existe la obligatoriedad de disputar un campeonato estival de pala en esas fechas; así como otro manista, por lo que su disputa se entiende como segura.
Compresión en Donostia El calendario pelotazale manista, ya apretado de por sí, sufriría con esta ampliación una rebaja mayor de fechas, por lo que una de las opciones consultadas será comprimir aún más el Ciudad de San Sebastián para dar acomodo a todas las ferias sin saturación ni que se solapen los festivales. El curso pasado, el campeonato guipuzcoano, que precede al que se disputa en Bilbao, se determinó en tres fechas divididas en cinco días. Las dos semifinales se jugaron jueves 19 y viernes 20 de agosto y el campeonato concluyó el martes 23, un día antes de iniciar el torneo bilbaino, lo que provocó la ausencia de Yves Xala en Bilbao al llegar a la final y no tener tiempo para recuperarse. Algo parecido le pasó a Aritz Laskurain y Juan Martínez de Irujo, que, al estar presentes en la batalla por el trofeo guipuzcoano, se vieron asediados por el calendario físico. De este modo, en vez de superponer los torneos y con la intención de alargar Aste Nagusia, el trofeo donostiarra se comprimiría hasta reducirlo lo suficiente para dar cabida a todas las novedades que aún están estudiándose.