Bilbao. Recorren el espinazo del frontón Bizkaia aires de fiesta, a partir de las 18.30 horas, con la final del Parejas coronando cuatro meses de batalla dura, maratónica. Y si en las gradas se espera diversión; en la cancha, en la piel negra del emplazamiento vizcaino, el sudor alimenta el último asalto de una competición larguísima, de importante calado, en la que las dos parejas contendientes desactivaron las oportunidades de los, a priori, favoritos: los duetos encarnados por Aimar Olaizola y Mikel Beroiz y Juan Martínez de Irujo y Abel Barriola. Caídos estos por el camino, la balada de Titín III y David Merino y el blues de Yves Xala y Aritz Laskurain pondrán en liza, en la última estación del torneo, la búsqueda de la hegemonía.
Rígido el piso negro del Bizkaia, en un último asalto de espectáculo incierto, porque el dinero se tirará a la par y los cueros seleccionados por las dos parejas suponen una incógnita. Por un lado, los riojanos se tiraron por un material más vivo y con más bote, que puede condicionar atrás; mientras que Yves y Aritz tratarán de encontrar la chispa de Xala en los cuadros delanteros con unos cueros más crudos, que se quedan en el frontis y andan por el suelo, todo ello en pos de que afine el lekuindarra su puntería con el gancho y afile, de nuevo, esa volea de zurda que le hace temible.
De todos modos, el encuentro se asfalta en un paisaje de duda por el rendimiento que pueda dar el delantero lapurtarra. Yves, que acabó el último envite frente a Aimar Olaizola y Mikel Beroiz muy crecido y con brillo en el golpe, no ha jugado el torneo al nivel rematador que exhibe en otras lizas, pero, su manera de extender la pelota, no fallar y trabajar el tanto ha sido fundamental. Así las cosas, con los contadores a cero, una final por delante y el último asalto resonando en las aristas de cada uno de los manistas, la situación del de Iparralde se antoja capital para el desenlace del combate. Y, después, la gloria: para Titín e Yves significaría la cuarta txapela y para Aritz y David se traduciría en su primer entorchado. Pase lo que pase, el partido coronará a uno de los dos zagueros más destacados de los cuatro meses de Parejas. Hoy no sonará la campana, pero sí el rebote de la moneda. Llamando para el último asalto.