BAYERN MÚNICH Neuer; Lahm, Boateng, Badstuber, Alaba; Schweinsteiger (Müller, min.61), Gustavo; Robben, Kroos, Ribery y Mario Gómez.
REAL MADRID Casillas, Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao; Khedira, Xabi Alonso, Di María (Granero, min.79), Özil (Marcelo, min.69), Cristiano Ronaldo y Benzema (Higuaín, min.84).
Goles 1-0, min.17: Ribery. 1-1, min.53: Ozil.
2-1, min.90: Mario Gómez.
Árbitro Howard Webb (Inglaterra). Amonestó con tarjeta amarilla a Badstuber (min.31), Robben (min.37) y Lahm (min.65) en el Bayern y a Xabi Alonso (min.55), Coentrao (min.55), Di María (min.60), Sergio Ramos (min.76), Higuaín (min.92) y Marcelo (min.92) en el Real Madrid.
Estadio Allianz Arena.
MÚNICH. El Real Madrid perdió ante el Bayern ampliando su maldición en el infierno del Allianz Arena, terreno donde no ha ganado en diez visitas, un duelo con sabor añejo que castigó el juego anodino y el conformismo de los de Jose Mourinho, obligados a abrazarse al Bernabéu la próxima semana si quieren regresar a una final de Copa de Europa diez años después.
El Bayern fue un excelente termómetro para el conjunto blanco. Sostenido en un fútbol vertical, el equipo blanco sufrió más de la cuenta, obsesionado con encontrar la fórmula para defenderse y renunciando a llevar la iniciativa.
Y eso que la primera sensación fue positiva para el Real Madrid. Benzema -a los siete minutos- dispuso del primer lanzamiento. No había excesivo fútbol, pero sí un poso de dominio blanco que desapareció en cuatro mordiscos del Bayern.
El balón parado zarandeó la estabilidad del Real Madrid y lo hizo con justicia. La defensa entregó demasiadas facilidades a un Ribery tremendo y el francés tardó poco en aprovechar la candidez de los españoles. Un córner desde el costado izquierdo acabó en las botas del internacional galo que fusiló a Casillas sin piedad. Volvían los fantasmas, se reaparecieron los 80.
Mourinho se enfadaba en la banda, pero no se preguntaba el motivo que impedía a los suyos estar a la altura del rival. Balón lejano y entrega obsesiva a Benzema, una isla entre la defensa alemana.
El Madrid no propuso, pero sí consiguió su objetivo: un gol. Llegó el descanso y minutos después, el gol de Ozil, aunque el juego blanco seguía siendo deslabazado. La aportación ofensiva de Xabi Alonso fue prácticamente nula y la suplencia de Marcelo restó profundidad. Pero dio igual. En una jugada que debió haber definido Cristiano, el balón acabó en los pies de Benzema. El 9 se inventó un centro-chut que recibió el portugués y éste cedió a Ozil, que marcó a placer con un leve toque.
Empate y a dormir Mourinho ya estaba feliz. Pero en la última media hora el balón y las ocasiones tuvieron color rojo. Müller añadió efervescencia a los muniqueses y el Real Madrid perdió inteligencia y talento con la sustitución de Ozil. El Bayern llamó a la puerta y encontró destinatario en el último suspiro. Con el tiempo cumplido, Lahm hurgó nuevamente en la herida. El talón de Aquiles del Real Madrid supuso el gol de la victoria del Bayern. El centro al área del lateral alemán acabó en los pies de Mario Gómez, que colocó el 2-1, la justicia en el marcador y la obligación de ganar en el Bernabéu para volver a Múnich.