Londres. Chelsea y Liverpool disputarán el próximo 5 de mayo en el estadio de Wembley la final de la Copa inglesa. Después de que los reds vencieran el sábado al Everton por 2-1 en la primera semifinal, ayer fueron los blues quienes consiguieron el billete tras deshacerse fácilmente del Tottenham por 1-5. Abrió el marcador Drogba al filo del descanso en una acción clave. Crucial resultó el 0-2, obra de Mata, puesto que es dudoso que el balón traspasara la raya de gol. Aunque después Bale acortó distancias, el Chelsea no se amilanó, de forma que Ramires, Lampard y Malouda redondearon la fiesta. El resultado permite a los de Stamford Bridge recibir el miércoles al Barcelona, en la ida de semifinales de la Champions, con una gran confianza. Por su parte, Howard Webb arbitrará mañana el Bayern-Real Madrid.

Por otro lado, el Manchester United salió airoso de la presión a la que le somete el Manchester City en los últimos encuentros y respondió con una goleada ante el Aston Villa (4-0), manteniendo asíla distancia de cinco puntos respecto de los citizens, que el sábado golearon a domicilio al Norwich (1-6). Rooney tiró una vez más del equipo de Ferguson. Abrió el marcador a los siete minutos, al transformar un penalti. Después, antes del intermedio, Welbeck, tras una acción del francés Evra, amplió la renta. Rooney, en el último cuarto de hora, rentabilizó un centro de Valencia para sentenciar y Nani rubricó la goleada en el tiempo añadido.