Oropesa del Mar. Nicolás Almagro, el jugador con más partidos acumulados en sus piernas en este momento del año, calibra la resistencia de Jurgen Melzer, la principal esperanza de Austria, que pretende ampliar sus miras en la Copa Davis a costa de España. Con el choque entre el tenista murciano y Melzer echa a andar la eliminatoria de cuartos de final de la competición. Amenazada por la inestabilidad del tiempo, en plena Semana Santa y en medio de Marina D'Or, ciudad de vacaciones en Oropesa del Mar.

Almagro, que presume ya del éxito en el torneo de Sao Paulo en el 2012, undécimo en su historial, participará en su segunda eliminatoria consecutiva, tras la de Oviedo ante Kazajistán. Alex Corretja ha consolidado la confianza en el duodécimo tenista del mundo, que previamente entraba y salía, esporádicamente, del cuarteto español, asentado y establecido, en el que no tenía asegurada la cabida. El tenista murciano, que este año ya ha jugado veintinueve partidos, de los que ha ganado veintidós, buscará el primer punto para España ante Jurgen Melzer, la gran, casi única, baza del país centroeuropeo.

Melzer, además, se ampara en los precedentes, de los que sale airoso ante el tenista murciano. Han jugado en tres ocasiones y el austríaco ha ganado dos, una de ellas, la más reciente, el pasado año, en tierra, en el Masters 1000 de Montecarlo. Ganó por 6-1 y 6-4. En el 2010 también ganó, en pista dura, en Viena (6-4 y 6-4) meses después de que Almagro, por primera y hasta ahora única vez, se impusiera en el Masters 1000 de Madrid (6-3 y 6-1).

A continuación será David Ferrer el que afronte el reto de superar a Andreas Haider Maurer, un tenista casi desconocido en el circuito, que alimenta su relevancia con la puesta en escena de la Copa Davis. Será el debut de Ferrer en la presente edición del torneo. Su última participación con España fue en la final de Sevilla, que supuso la quinta Ensaladera para la Armada, en el choque contra Argentina. El alicantino, que acumula veinticinco partidos en el presente año, que le han reportado ya tres títulos (Acapulco, Buenos Aires y Auckland), es una garantía para España. No conoce la derrota cuando juega en casa. Suma doce triunfos seguidos.

Solo en una ocasión se han enfrentado Ferrer y Maurer. El español ganó sin problemas. Venció en los cuartos de final del torneo de Bastad, en tierra batida, por un doble 6-1. España pretende ampliar sus registros. Intratable como local (veintidós victorias seguidas) y sobre tierra batida (veinticuatro). "Ese es el gran argumento de España, clara favorita", reconoció el capitán del conjunto austríaco Clemens Trimmel.