HOFFENHEIM: Starke, Beck, Vorsah, Vestergaard, Johnson, Rudy, Weis, Vukcevic, Salihovic, Firmino (Min. 81, Williams) y Schipplock (Min. 72, Mlapa).
SCHALKE 04: Unnerstall, Uchida (Min. 55, Hoger), Papadopoulos, Matip, Fuchs, Jermaine Jones, Holtby (Min. 64, Obasi), Farfán, Raúl, Draxler (Min. 76, Marica) y Huntelaar.
Goles: 1-0: Min. 30; Salihovic, de penalti, cometido por Unnerstall sobre Schipplock. 1-1: Min. 80; Huntelaar, de penalti, que fue cometido sobre Obasi.
Árbitro: Markus Schmidt. Amonestó a Rudy (Min. 20), Jermaine Jones (Min. 23), Unnerstall (Min. 30), Papadopoulos (Min. 38), Matip (Min. 42) y Vorsah (Min. 71).
Incidencias: 30.150 espectadores en el Rhein Neckar Arena.
vitoria. Más allá del lógico respeto, el Athletic no tiene de qué preocuparse el próximo jueves para acceder a las semifinales de la Europa League. No porque el Schalke 04 no sea capaz de sacar a pasear su artillería -aunque parece impensable intuir que disponga de suficientes recursos como para firmar tres o cuatro goles en San Mamés-, sino porque es aún más imposible que los rojiblancos se vayan de vacío en su casillero anotador. Como muestra de que el torneo continental es casi una quimera para la tropa de Gelsenkirchen, basta con echar un vistazo al once inicial que ayer presentó Huub Stevens en su visita al Rhein Neckar Arena, donde con un pleno de titulares solo pudo rascar un empate, y de penalti, frente al Hoffenheim, un punto que le refuerza en la tercera plaza que da acceso a la Champions pero que definitivamente le aleja del título pese al pinchazo del Dortmund, con únicamente seis jornadas por dirimir.
Marcó el de (casi) siempre, Huntelaar, que no vio puerta frente a los leones pero que siempre aparece en el momento en que más le necesita su equipo, que regaló la primera parte, donde ofreció una pésima imagen, para reaccionar tras el descanso y acabar volcándose sobre el área de Starke. En ese primer parcial únicamente el joven Draxler irrumpió un par de veces con peligro, mientras que el meta Lars Unnerstall, que volvía al tajo tras mes y medio de baja por una dolencia en el hombro, se vio obligado a emplearse a fondo. El déficit de forma quizás le pasó una mala jugada al guardameta minero a la media hora, cuando en una deficiente salida cometió pena máxima sobre Schipplock, ofrenda que Salihovic no perdonó. Rudy y Firmino dispusieron también de ocasiones para agrandar la cuenta, dado que Uchida parecía perdido en su lateral derecho, ante un Schalke 04 que caminaba entre desmotivado, desganado y huérfano de ideas, aunque, eso sí, Raúl mandó un aviso de que él no estaba dispuesto a bajar los brazos al filo de marcharse a los vestuarios.
varía el decorado En la reanudación, y sin que el cansancio europeo se notara demasiado en sus piernas, los muchachos de Stevens lograron hacerse con el control del balón y empezaron a convertir sus acercamientos en asedio. Primero fue Farfán quien asustó al meta local tras una genial asistencia del madrileño que terminó en córner y, acto seguido, Johnson sacó bajo los palos un remate de Jermaine Jones. Nuevamente el Hoffenheim disfrutó de una pelota diáfana para colocarla en la red, esta vez en los pies de Vestergaard, y sellar así el segundo tanto pero, ahí sí, apareció Unnerstall. Jones, negado ante el gol, se topó después con el travesaño y tuvo que ser Obasi, que había entrado en acción en sustitución de Holtby, desaparecido, quien forzó un penalti al que le echó una brizna de cuento. El pichichi holandés no erró el tiro.
No se dio por contento el Schalke 04 con la igualada y continuó pisando el acelerador, aunque Starke sí tuvo que responder atentamente en una falta lejana con mucha pólvora que protagonizó Fuchs. A priori, es de suponer que Stevens alineará en La Catedral su once de gala a la búsqueda de un milagro en forma de gol tempranero que pueda trastocar en su cabeza el plan del Athletic. Pero lo evidente es que la verdadera cita del Schalke tendrá lugar el próximo fin de semana, cuando reciba en el Veltins al Hannover, que es quinto a 13 puntos de los azules, de forma que con un triunfo los mineros se sepan, del todo, en Liga de Campeones.