Barcelona. La épica, una cualidad que no figura en el diccionario azulgrana, fue la que llevó al Barcelona a la victoria frente al Betis (4-2), en un partido equilibrado y decidido por las asistecias de Alexis Sánchez, autor además de un tanto decisivo, y los dos goles de Leo Messi.

Fundamental fue el chileno, autor del gol que rompió la igualdad a un cuarto de hora del final, y permitió a su equipo mantenerse a cinco puntos del Real Madrid en la Liga. Alexis, antes del tanto, ya había dado dos asistencias de gol.

El mérito del Betis fue enorme. Su planteamiento fue osado y su valentía tuvo el premio de igualar un 2-0 y de mostrar a los rivales del Barça que jugando con sus mismas armas también es posible dañar a los azulgrana en su estadio.

El equipo de Pepe Mel, además, rompió la imbatibilidad de Valdés en Liga en esta temporada. El último gol encajado por el Barça en Liga en casa databa de abril del año pasado, el Betis marcó dos y metió el miedo en el cuerpo al equipo catalán.

dominado y sometido El Barça no se veía en otra situación igual desde hace mucho. El Betis, fiel a su estilo, decidió presionar arriba, aprovechar la escasa densidad defensiva de los azulgrana. De perdidos al río, anunció Pep Mel en la víspera y su equipo fue valiente.

Fueron tan valientes los verdiblancos en el inicio, como faltos de puntería. Dos ocasiones claras en dos minutos. En la primera Jorge Molina (m.7) en un pase sobre la espalda de la defensa se encontró con Valdés, el meta barcelonista salvó la situación, como también en una salida de córner y en un remate cercado de Dorado.

Dominado y sometido, el Barça reaccionó de una manera inhabitual, no desde el juego sino desde los goles. A las primeras de cambio, Iniesta habilitó por la derecha a Alexis, el chileno jugó entrelíneas para Cesc y Fàbregas remató al palo, el rechace lo envió Xavi Hernández a la red.

1-0 en la primera acción de peligro. Jugando con ventaja, el Barça se le vio más suelto, también a Alexis. Un centro con la izquierda de Alexis dejó solo a Messi. El argentino marcó el 2-0 en la segunda ocasión que tuvo su equipo.

El Betis siguió con su plan. Aprovechó el espacio que le concedía el Barça entre líneas y en las bandas y esperó su momento. La tuvo Castro, en una buena jugada combinativa en el minuto 22, y acertó el mismo jugador diez minutos después (2-1).

A los barcelonistas no se les veía cómodos. No sufrían en exceso, pero el partido estaba donde quería el equipo de Mel, era un partido de ida y vuelta, un escenario inédito para los catalanes.

Vistos los problemas, Guardiola dio entrada a Alves y su equipo jugó con cuatro atrás. Mel también movió ficha, pero con otras intenciones: Roque Santa Cruz por Iriney. Y el paraguayo, tras una jugada de Rubén Castro empató en el minuto 52.

Los béticos, sin complejos, igualaron y el Barça se encontró en terreno desconocido. Al Barça le faltaba un clic para activarse y se encontró con dos: un claro penalti sobre Iniesta (en el minuto 69) no señalado por el árbitro y, además, sancionado con amarilla al manchego; y la expulsión de Mario (m.71).

Esta última circunstancia fue decisiva, porque obligó a recular al Betis y, por una vez, los azulgrana se apuntaron a la épica y en ese terreno, el barcelonismo descubrió a su hombre: Alexis Sánchez.

Cerró el marcador Messi, de penalti, tras una carambola de manos, la última de Dorado.